La Curva crea una canción para Vinícius

La grada de animación ha preparado un cántico para el madridista con el objetivo de defender el honor de Mestalla y seguir pidiendo respeto casi un año después del ridículo del brasileño en Valencia

El futbolista del Madrid dejó muchas muestras de su poca clase en Mestalla el curso pasado

El futbolista del Madrid dejó muchas muestras de su poca clase en Mestalla el curso pasado / F. Calabuig

Andrés García

Andrés García

La Curva Nord ha creado una canción para Vinícius Junior. La grada de animación del Valencia CF ha preparado un cántico para el jugador del Real Madrid con el objetivo de defender el honor de Mestalla después de la campaña de desprestigio a la que fue sometido el valencianismo la temporada pasada. La idea es ponerlo en conocimiento de todos los jóvenes aficionados el sábado contra el Sevilla para ensayarlo y, dos semanas después, estrenarlo por todo lo alto en el Valencia-Real Madrid del próximo sábado 2 de marzo.

SUPER ha tenido acceso a la letra definitiva de la canción dedicada al brasileño y a todos aquellos que faltaron el respeto de forma injusta al club, a la afición y a la ciudad a raíz de los insultos racistas aislados del 21 de mayo. El ritmo del cántico se basa en la canción infantil de ‘Pinocho’ en referencia a las mentiras que vertió Vinícius y el rodillo mediático de Florentino Pérez sobre Mestalla. La elección del ritmo de la canción es un guiño a la portada de SUPER de «Pinochius» del pasado 6 de octubre después de que el madridista asegurara en su declaración ante el juez que todo Mestalla tuvo un comportamiento racista.

La letra definitiva después de los últimos retoque es la siguiente: «Había un jugador; Famoso del Real Madrid; Lo único que hacía; Era llorar y mentir; Lloraba por aquí; Lloraba por allá; Y siempre se burlaba de la gente; Y el rival; A Valencia llegó; Y el cuento se acabó; El problema es que es tonto; Y nunca fue por su color; Lo, lo, lo, lo, lo...». La Curva ha medido todas sus palabras para no perder el respeto al brasileño y desde la crítica denunciar el comportamiento provocador del futbolista y desmontar la injusta campaña contra el Valencia como consecuencia del ‘caso Vinícius’.

En Madrid no importó que la rápida actuación del Valencia contra los aficionados aislados que profirieron insultos racistas a Vinícius. El club, en colaboración con las fuerzas de seguridad, identificó inmediatamente a los tres aficionados y los expulsó del estadio de por vida con un protocolo de actuación ejemplar. Pero de nada sirvió. La intervención política en la semana de elecciones, la presión internacional y el implacable rodillo mediático de Florentino Pérez derivó en una sanción a Mestalla tan dura como desproporcionada: cinco partidos de cierre parcial del estadio.

La grada de animación Mario Alberto Kempes fue señalada y castigada por el Comité de Competición de la RFEF en tiempo récord con una sanción de cinco partidos que posteriormente se quedó en tres cuando ya se había conseguido la fotografía que se buscaba desde Madrid: la Curva vacía. Casi un año después, esa misma grada demonizada desde la capital alza la voz para demontar unas mentiras de Vinícius que también fueron alimentadas también por Carlo Ancelotti antes de su rectificación. El técnico del Real Madrid aseguró en rueda de prensa en unas declaraciones que dieron la vuelta al mundo que Mestalla había cantado «¡Mono, mono. mono!» cuando en realidad no fue así. Ya lo dice la canción de la Curva a Vinícius: «Y nunca fue por su color». El tiempo ha pasado. La indignación del valenciano, no. Mestalla sigue pidiendo RESPETO.

Provocaciones

El futbolista brasileño ha demostrado durante su estancia en el Real Madrid que su fútbol, más allá de la evidente calidad técnica, es principalmente un juego de provocar al rival, a la grada y de tratar de buscar al límite a los defensas. En la ida, durante el Real Madrid-Valencia, donde el brasileño hizo un gran partido, el futbolista no provocó en exceso más allá de sus bailecitos en los goles, pero en Mestalla hizo alardes de su mala educación la temporada pasada. Se dedicó a tratar de mirar a la grada, de provocar y de sacar de quicio a propios y extraños. De hecho, incluso algunos jugadores del Real Madrid, compañeros suyos, acabaron hasta el ‘gorro’ del futbolista brasileño. Las caras de los compañeros eran un poema. Además, después de ver la roja, el jugador se fue del terreno de juego haciendo esos gestos de ‘a segunda’ con las manos, algo que demuestra su propia ética ante una institución como el Valencia CF. 

No es la primera vez que una afición o jugadores rivales tienen problemas con él. Sin ir más lejos, Simeone en el último derbi casi llega a las manos y la grada rojiblanca tuvo que aguantar constantemente gestos del ‘7’. Lo lleva tanto al extremo que incluso un estadio como el del RB Leipzig acabó pitándole después de ver cómo no dejaba sacar un córner en condiciones. Otra más.