El chantaje Mundial de Lim al Ayuntamiento

La concejalía de Deportes contrató el asesoramiento jurídico de una empresa externa para firmar a tiempo y con seguridad la documentación de la FIFA

Una ciudad con el estadio a medio construir tiene casi imposible poder optar al Mundial

Una ciudad con el estadio a medio construir tiene casi imposible poder optar al Mundial / Francisco Calabuig

Pascu Calabuig

Pascu Calabuig

El Valencia CF es la única de las tres patas que cojea en la firma de la documentación FIFA para que la ciudad pueda ser una de las sedes españolas del Mundial de fútbol 2030. El plazo expiró el viernes pasado, razón por la que, a día de hoy, sin el compromiso del club a ceder el estadio por construir en la Avenida de las Cortes Valencianas, las opciones de que València albergue partidos de la Copa del Mundo son mínimas. Solo el hecho de que la FIFA concediera una moratoria, a petición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) esgrimiendo que el Valencia está a la espera de la licencia, podría salvar esas pocas posibilidades.

Los movimientos del Ayuntamiento de València para firmar la documentación contrastó con la negativa a hacerlo del Valencia CF, que alude a que no es el único de los clubes con estadio mundialista que no han firmado. Desde la entidad de Mestalla, con Meriton al frente, se ha dado marcha atrás una vez que sigue sin licencia de obra y sin los beneficios urbanísticos que avanzaban las fichas. Unas fichas paralizadas ahora tras la moción de Urbanismo de la semana pasada, con el consenso de PP, Vox y Compromís, que exige una auditoría externa de los costes de la obra del futuro estadio y garantías del club de que la concluirá.

Informe externo

Antes de estampar el sello del Ayuntamiento en los tres papales que conforman el contrato de ciudad sede, en cambio, el Servicio de Deportes del Consistorio solicitó un informe a la Asesoría Jurídica Municipal. Al respecto, el Abogado de la Ciudad indicó en su escrito que la concejala de Deportes, Rocío Gil, concluía su informe señalando que «siendo la voluntad municipal la de formalizar la candidatura, surgiendo, no obstante, dudas jurídicas en cuanto a la legalidad y procedimiento, procede elevar las actuaciones al superior criterio de la Asesoría Jurídica Municipal». 

Esos tres documentos enviados por el organismo internacional del fútbol-en inglés- vía RFEF son el Acuerdo de Ciudad Anfitriona (HCA), la Declaración de Ciudad Anfitriona (HCD) y el Acuerdo de Estadio. No obstante, el Abogado de la Ciudad decidió devolver el expediente «sin informar» acogiéndose a cuestiones de tiempo y forma. Eso sí, no deja de referir que «las obligaciones que asume el Ayuntamiento en el Acuerdo de Ciudad Anfitriona deben guardar coherencia con las asumidas en el Acuerdo de la Junta de Gobierno Local (JGL) de 30 de septiembre de 2022». A pesar de tratarse de «un Acuerdo de adhesión, con condiciones preestablecidas unilateralmente por la FIFA», la asesoría jurídica recalca que «la Administración está impelida siempre a actuar por razones de interés público».

En consecuencia, el área de Deportes «con el fin de salvaguardar las garantías jurídicas del Ayuntamiento derivadas de la firma del contrato de ciudad sede -ante la devolución del expediente por el Abogado de la Ciudad- encargó la asistencia de la «mercantil ‘Uno One Legal Partners S.L.P.’». Esta empresa, especializada en derecho deportivo internacional, dictamina que el Consistorio declara en el HCD «su interés y apoyo a que València sea nombrada sede». Asimismo, indica que la firma del HCA es «condición ‘sine qua non’ para el nombramiento como candidata a sede» de València. Es más, posteriormente, la concejalía de Deportes agrega que la «FIFA requiere que se suscriba la adhesión a la declaración y acuerdo de ciudad sede, por las partes que intervienen -Ayuntamiento, Generalitat y el club anfitrión- para poder optar a la candidatura, tal y como exigen los requisitos de participación». A continuación, desde el Ayuntamiento se argumenta que, con los documentos aportados y el dictamen de ‘Uno One Legal Partners’, que minimiza los riesgos de asumir un contrato abusivo de FIFA sometido al derecho suizo, prevalece desde su posición el «interés general y la relevancia internacional». Además, el Ayuntamiento de València justifica su apuesta por el Mundial 2030 con la existencia de otros «antecedentes» como los Gay Games o la American’s Cup, ya que «potenciaría la imagen de la ciudad, el turismo, empleo, etc.». El objetivo para ello, el objetivo que se marcó València era «albergar unas semifinales o, de no ser posible, al menos, unos cuartos».

Lim, por libre

Un interés de ciudad, desde el punto de vista de la política, al que Peter Lim se adhería en busca de beneficios urbanísticos. Una vez que estos se le complican a Meriton, a la espera de lo que el juez sentencie el 6 de marzo sobre la caducidad de la ATE, el máximo accionista se niega a la firma de la documentación necesaria para que València continúe siendo candidata. Una firma que, sin estadio incumpliría los compromisos FIFA, y conllevaría fuertes penalizaciones económicas. El club trató de apurar hasta el último momento para recibir un gesto político que no llegó. Ahora presiona.