Peter Lim delega más poder en su hijo Kiat

La ausencia del máximo accionista en la última cita, centrada en el Nou Mestalla y lo económico, no fue casual. Los ejecutivos del club llevan meses interactuando con Kiat

Kiat Lim entrando en la Junta de Accionistas de 2022

Kiat Lim entrando en la Junta de Accionistas de 2022 / Francisco Calabuig

Pascu Calabuig

Pascu Calabuig

La ausencia de Peter Lim en la reunión de la semana pasada en Singapur no fue casual. Preguntado por los medios, Miguel Ángel Corona, director deportivo, dijo no saber la causa por la que el empresario de 70 años no estuvo, como siempre acostumbraba, en la cita que había organizado la presidenta, Layhoon Chan, por deseo expreso del máximo accionista con los principales ejecutivos del club. La realidad, no obstante, según fuentes internas del Valencia CF, es que Lim ha delegado buena parte de la toma de decisiones en su hijo Kiat. Tal y como informó ‘Golsmedia’, hace cerca de un año que el propietario del 92 % de las acciones quiere que su descendiente varón gane más trascendencia en la gestión de sus negocios, en los que incluye el Valencia CF desde que se hizo con la mayoría accionarial en 2014.

Desde los tiempos de la pandemia del coronavirus, la movilidad de Peter Lim se ha reducido por cuestiones de salud. Por València no viene desde el 12 de mayo de 2019, día en el que estuvo presenciando en el palco la victoria frente al Alavés (3-1), una semana antes de acompañar al equipo a Valladolid, donde los blanquinegros certificaron la clasificación para la Champions. A finales de mes celebró el título de Copa frente al Barcelona, junto a su esposa y David Beckham, en la zona noble del Benito Villamarín de Sevilla. Esa fue su última aparición pública al lado del Valencia.

El desinterés de Lim por el club que compró hace una década ha ido en aumento durante los últimos cuatro años hasta ser, hoy en día, total y absoluto. Entre tanto, y desde los despidos de Marcelino García y Mateu Alemany, la gestión de Meriton ha sumido al Valencia CF en un verdadero caos. El equipo no ha regresado a las competiciones UEFA, panacea económica en el mundo del fútbol, y el Nou Mestalla, cuya finalización estaba comprometida para el año del Centenario, ha ido retrasándose mientras la ATE fue caducada en el verano de 2022 por el Consell. Ahora, los Lim aguardan con poca fe el conocimiento público de la sentencia del TSJCV que pudiese rescatar la ATE y, sobre todo, que los grupos municipales aprueben en el Pleno la aprobación de las fichas urbanísticas. Esos beneficios serían los únicos que motivarían al máximo accionista a reemprender las obras del estadio de Cortes Valencianas, para el que ni se ha preocupado por encontrar financiación más allá de los 80 millones provistos del fondo CVC.

Caótico. Así es el terreno en el Valencia que, poco a poco, va heredando Kiat Lim. Un club bajo la influencia de Jorge Mendes, socio de su padre, vendedor de jugadores y sin la ambición de reforzar la plantilla y regresar a la élite en España y Europa. De hecho, el director deportivo no estuvo en la reunión de Kiat y Layhoon con Javier Solís, director corporativo, e Inma Ibáñez, directora financiera. Un cónclave en tierras asiáticas que versó sobre la problemática del campo y el bloqueo con la Administración y sobre materia económica. 

A diferencia de su padre, que se presentó en el mundo del balón como un fanático del Manchester United, Kiat ni mucho menos se desvive por el fútbol. Como ejemplo, muchos aficionados del conjunto de Rubén Baraja todavía recuerdan como el hijo de Lim estaba de bromas con un ‘sketch’ de ‘Vaca y Pollo’ horas después del 5-1 sufrido en el Bernabéu en noviembre de 2023. Pese a ello, el máximo accionista siempre tuvo en mente el plan de que en el futuro su hijo asumiera más responsabilidad en el Valencia. Por ello, Kiat estuvo en la primera Junta de accionistas de 2014. Ocho años más tarde, presenció ‘in situ’ la final de Copa contra el Betis. En diciembre de 2022, en la Junta, entró a formar parte del Consejo y hasta tomó la palabra. Fuentes del club trasmitieron entonces que su protagonismo crecería. «Espero trabajar muy de cerca con la presidenta. Quiero estar en contacto cuando esté aquí en València con grupos de aficionados en torno a la entidad para poder ampliar mi perspectiva y aprender escuchando a las peñas. Espero con ansias volver en el futuro. Vamos a arreglar esta situación», señaló entonces. Sin embargo, en año y medio, su apego por el Valencia no ha sido mucho más que el mostrado por su padre. Según informó el club, en la Junta de 2023 se conectó vía telemática. ‘Forbes’ lo llama el heredero y negocia en nombre de Thomsom Medical Group, pero sobre su implicación con el VCF no ha ido más allá de la escenificación.