Todo abierto por Europa

El Valencia afronta la semana con el nerviosismo típico después de una derrota, y más en Mestalla, pero debe ser consciente de que todavía está a tiempo de entrar en Conference. Más aún viendo que el Betis no es fiable y la Real mantiene su irregularidad habitual

Alberto Marí, lamentando una ocasión

Alberto Marí, lamentando una ocasión / JM López

Pablo Leiva

Pablo Leiva

El Valencia perdió contra el Betis y se abre un nuevo escenario. Ese en el que la séptima plaza no está en su poder y los nervios pueden crecer, pero la realidad es que todo está en su mano. No depende de sí mismo, pero sí tiene que ser consciente de que con calma y siguiendo la misma hoja de ruta que hasta ahora, los rivales pueden fallar. Es precisamente esa sensación de presión excesiva la que no podía hacer bien al cuadro de Baraja y se confirmó contra el cuadro de Pellegrini. Los mismos síntomas que en esa eliminatoria contra el Celta de Vigo en la que parecía que ganar era la única opción. Y ahora, tras la derrota, todo parece que está perdido. Pero nada más lejos de la realidad. Baraja se tiene que encargar de levantar el vestuario y más aún tras ver cómo la Real Sociedad también se dejó puntos.

La temporada está dibujando dos jornadas finales con mucho en juego. El Valencia, que visita Montjuïc el próximo lunes, no tiene que comenzar a ponerse nervioso porque ese será su peor enemigo. Si durante toda la temporada ha demostrado que sin expectativas ‘grandes’ se iban ganando partidos, el nerviosismo por la Conference League, o en el mejor de los casos por la Europa League, no debe hacer que las piernas comiencen a temblar. En los últimos duelos se ha visto un equipo más frío, menos acertado y con más problemas de lo normal para imponer su juego. Y eso no tiene nada que ver con marcadores ajustados, una tendencia que el Valencia CF ha mostrado todo el curso. Precisamente esa era una gran virtud del cuadro de Mestalla, pero desde un juego práctico y ejecutado a la perfección. No desde tantos problemas durante los 90 minutos, algo que sí se ha evidenciado en el pasado más cercano.

En cualquier caso, Baraja ya demostró en la etapa más complicada del equipo en noviembre que tiene manejo para cambiar la situación y encontrar recursos en una plantilla que teniendo problemas con el Plan A, encuentra a veces soluciones ‘sobre la marcha’. Por eso es importante que siga el vestuario con ese ambiente tan sano y comprometido. Porque si algo ha llevado a la plantilla a competir por la séptima plaza es la unión que consiguió Baraja dejando fuera a algunos jugadores que no hacían bien y que era mejor no tener en plantilla durante esta 2023/24.

Rivales

Más allá de la derrota, el Betis mostró superioridad especialmente en la primera hora de juego pero tras el gol de penalti el cuadro de Baraja estuvo mejor. De hecho se encontró cómodo y parecía que si el partido no terminaba en empate -lo normal en ese momento- el 2-1 estaba más cerca que el 1-2. A pesar de eso llegó el KO tras un destello de Ayoze, pero el cuadro verdiblanco tiene muchas cosas que mejorar en el tramo final de LaLiga si quiere superar al Valencia o acercarse a la Real Sociedad. Los donostiarras son, en cualquier caso, un equipo poco fiable, con problemas y en el que la ausencia de un nueve goleador y todos los problemas en defensa han provocado que muchos puntos se esfumen para los de Alguacil. Quien quiere acercarse a ese pequeño tren es el Villarreal de Marcelino, que venció al Almería y al que todavía le quedan esperanzas.

Cabe recordar que de todos los protagonistas, la Real de Alguacil es con diferencia el equipo que peor calendario tiene. Tiene que medirse a Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid y dos choques directos como Betis y Valencia. El otro de los duelos a priori parece sencillo porque será con una UD Las Palmas que está en un momento muy delicado.