A Emery le gustó lo visto a sus jugadores ante el Atlético de Madrid y así se lo hizo saber en la charla que mantuvo con ellos a la conclusión del partido. Lejos de montar en cólera por ver cómo se escapaban otros dos puntos en los últimos minutos (como ante el Sporting de Gijón), Emery quiso ver la botella medio vacía y contagiar de su optimismo a unos jugadores, que todo sea dicho, estaban la mayoría (no todos) cabizbajos por el postrero gol de Maxi.

En el vestuario de Mestalla, el semblante de los futbolistas transmitía desilusión, entre los más afectados Marchena, Mata y Villa. Los hábitos de entrenamiento postpartido provocaron que coincidieran poco tiempo a la vez en el vestuario (unos estaban en la ducha a la par que otros estaban todavía en el césped realizando carrera continua), si bien, Emery sí encontró unos minutos nada más concluir el partido y antes de atender a los medios para dar unos esbozos de su lectura, como también hiciera después con el presidente Manuel Llorente.

Emery dijo a sus jugadores que el partido en líneas generales había sido bueno. Destacó que pese al gol encajado a los siete minutos el equipo había sabido reponerse y dar la vuelta al marcador. Incluso confesó que habían hecho méritos para ganar, y mentó a la mala suerte como uno de las causas del gol encajado en el tiempo de descuento, cuando el balón llegó a los pies de Maxi libre de marca tras no llegar a poder despejarlo correctamente Alexis Ruano. Poco más quiso decir Emery a sus jugadores, dejando pormenores del partido para analizarlos durante este semana en Paterna (ayer el técnico ya había visto repetido el partido). Bueno sí, el técnico añadió que el partido contra el Atlético es el camino a seguir, porque se había pasado del cielo a la tierra con respecto al del Getafe.

Entre los futbolistas, por su parte, había mucha mala leche por los dos puntos dejados escapar, porque aunque el Atlético bien pudo empatar en varias ocasiones que tuvieron durante la segunda parte lo cierto es que lo hicieron en el último minuto, y una duda. ¿Por qué no se agotaron los tres cambios? Emery explicó en rueda de prensa que el árbitro hubiera añadido lo que se hubiera perdido de tiempo, si bien, varios jugadores consideran que haciendo la última sustitución, amén de haber detenido en seco el ritmo del Atlético, se hubieran arañado entre uno y dos minutos sustituyendo, por ejemplo, a futbolista como Villa o Pablo, que por el gol marcado habrían recibido el aplauso de Mestalla, motivo que hubiera hecho que Clos Gómez fuera más condescendiente con el paso de los segundos entre la petición de sustitució y su ejecución.

Sea como fuere, el vestuario del Valencia está dolido por los cuatro últimos resultados, sobre todo por los dos empates consecutivos firmados en Mestalla. Además, los jugadores son conscientes que los ánimos entre la afición se están encendiendo de más para las alturas de temporada en la que nos encontramos. Por si fuera poco, el jueves visita Mestalla uno de los equipos más complicados contra los que se ha enfrentado el Valencia hasta la fecha, el Génova, sin duda alguna el rival más directo de los de Emery en su grupo de la Euroliga.

Eso sí, los mensajes que le llegan a los jugadores desde la cúpula dirigente y también desde el cuerpo técnico es de tranquilidad. No hay que perder la calma por los últimos traspiés, sobre todo porque, como insiste una y otra vez el propio Emery, la imagen ante el Sporting y Atlético dista de la de Getafe, la cual sí fue preocupante.