¿Cómo es Jonas? ¿Por qué empezó a estudiar farmacia? ¿Le gustan los vehículos de gama alta? ¿Seguía al Valencia desde Brasil? ¿Cuáles son sus aficiones? ¿Cuál es su bebida preferida? El delantero no responde al perfil típico del futbolista brasileño que se conoce en Europa, paseando sus cadenas de oro una vez alcanza la élite y que dio sus primeras patadas en una favela. Jonas nació en Taiúva, un pueblo del interior de Sao Paulo que no llega a los 6.000 habitantes, en una familia acomodada. Sus padres han sido profesores, ahora ya están retirados, uno de ellos impartía lecciones de matemáticas. Lo primero que inculcaron a sus tres hijos —Thiago y Diego son los hermanos de Jonas— era una buena educación, el fútbol era sólo un hobby hasta que a sus 19 años se hizo la gran pregunta: ¿Futbolista profesional o continuar con sus estudios de Farmacia? La opinión de sus padres fue muy importante en su decisión, más allá de ser una familia muy unida, y eso fue clave para que ahora fiche por el Valencia: «la oportunidad de ser profesional te llega ahora, los estudios los puedes continuar. Piénsalo bien, que después te puedes arrepentir». Y se fue al Guaraní.

Su hermano Thiago —ejerce de representante— es abogado, Diego es farmacéutico y quizá por esto Jonas empezó los estudios que comenzó. No se licenció porque empezó su carrera como futbolista profesional. Quién le conoce le considera una persona muy tímida, respetuosa, educada e introvertida, pero sobre todo muy familiar. Una anécdota ocurrió hace unos días cuando recibió la ´Bota de Oro Americana´, al ser el único de los premiados que solicitó la presencia de su familia en el acto. Si era futbolista era gracias a ellos y era una forma de agradecérselo. Sus padres le suelen acompañar a todos los lados y es posible que se instalen con él en Valencia. A pesar de ser jugador de élite no hace ostentación de poder, de hecho, en Porto Alegre ha estado viviendo en alquiler. Tiene hábitos de gente de clase media.

Apasionado del fútbol europeo

Una de sus pasiones es el fútbol europeo, Jonas se pasa muchas horas viendo partidos de las ligas europeas y ha estado muy atento a las evoluciones del Valencia. En las conversaciones que mantuvo el ariete con los miembros de la Dirección Deportiva mostró también tus inquietudes, al margen de asegurar que conocía perfectamente a Mata —al ser uno de los campeones del mundo— y le habían hablado del Chori Domínguez. ¿Cuáles fueron las inquietudes del jugador? Preguntó por los títulos que había ganado el Valencia a lo largo de su historia, apuntándole que la época dorada llegó a partir de 1999 cuando conquistó la Copa del Rey. Después ya se interesó por varios asuntos de actualidad, como los compromisos que faltaban para que acabara la segunda vuelta o la fecha para el regreso de la Champions. ¿A cuántos compañeros va a tener? Domingo Catoira y Braulio le han comentado que existe un máximo de 25 fichas, lo que le sorprendió, ya que en Brasil existe libertad. Y también ha preguntado por la gente de la casa que hay en la primera plantilla. Es frecuente en los clubes brasileños ver a jugadores formados en la base llegar al primer equipo, antes de dar el salto a Europa, donde es más complicado, sobre todo en clubes como el Valencia, que sigue habitualmente el proceso de cesión antes de que se asienten, aunque se le habló de Isco y Paco Alcácer.

Otro punto que no faltó en las conversaciones previas al fichaje residía en los últimos jugadores brasileños que había tenido el Valencia, como Viola, Leandro, Oliveira, Romario… ¿Y por qué últimamente no se han fichado a muchos jugadores brasileños en la liga? La respuesta que recibió era que en España su carácter despertaba cierta desconfianza, a algunos se les ha tildado de problemáticos y de por eso los clubes eran más reacios a ficharles. Eso sí, Jonas no se ajusta a este perfil. Respetuoso, educado y culto, ahora sólo le falta empezar a marcar goles.