El 8 de marzo de 2014, hace justo un año, el multimillonario chico Wang Jianlin entraba en el The Westin Valencia y media hora después preguntaba cuánto podía costar el hotel, el más lujoso de la ciudad, porque quería comprarlo. No iba de broma, dos días después llegaba a Madrid y de un plumazo adquiría el emblemático edificio España por más de 250 millones de euros al Banco Santander. Así es Wang Jianlin, uno de los treinta hombres más ricos del mundo, que esa misma noche cenaba en Mestalla con Amadeo Salvo y decidía formalizar una oferta para concurrir al proceso de venta del club a través de la Corporación Wanda. No compró el Valencia y hoy Wang es propietario del 20% del Atlético de Madrid, aunque en el fondo nunca ha sido su intención ser propietario ni del Valencia ni del club rojiblanco, todo lo contrario que Peter Lim, que sí tenía ese sueño, se marcó el objetivo y no ha parado hasta conseguirlo.

Para los intereses de Wang Jianlin el fútbol no pasa de ser un vehículo para desarrollar sus negocios, desde la construcción hasta la explotación de proyectos inmobiliarios y de ocio. En china ya posee también un club de fútbol, el Dalian FC. Sus primeras conversaciones con el Valencia CF no tuvieron nada que ver con una posible compra de las acciones, sino el negocio del viejo y el nuevo estadio. Wanda era una de las bazas de Amadeo Salvo para llevar adelante su proyecto a través de financiación directa para terminar el Nou Mestalla, a cambio de quedarse con la parcela donde se encuentra actualmente el estadio. Bankia negó en aquel momento la refinanciación de la deuda de la Fundación y a partir de ahí la única salida era la venta, motivo por el cual presentó una oferta que en la última fase del proceso no aceptó mejorar.

Proyecto inmobiliario

La reunión con Salvo y el Consejo del Valencia CF en el palco de Mestalla era una cita al más alto nivel a la que fue invitado el president de la Generalitat Alberto Fabra, que no asistió. Más listos estuvieron en Madrid, donde Wang fue agasajado días después por las autoridades municipales, autonómicas e incluso el propio gobierno de España, para llevarse a su terreno a la mayor fortuna de China que llegaba a Europa anunciando importantes inversiones que ya se han puesto en marcha.

Su entrada como accionista en el Atlético de Madrid es sólo la punta del iceberg, Wanda ha adelantado más de 40 millones de euros con los que el Atlético salva una situación delicada por su monstruosa deuda con Hacienda, una especie de préstamo encubierto porque el negocio de Wang Jianlin es otro. Dentro de pocos años el equipo se mudará al nuevo estadio de La Peineta, actualmente en construcción, y la intención del magnate chino es quedarse con la parcela del Vicente Calderón para construir dos rascacielos de 36 alturas similares a los que se levantaron en la antigüa ciudad deportiva del Real Madrid, además de los terrenos donde pretende desarrollar la Operación Campamento, que son propiedad del ejército. Durante los últimos meses el multimillonario se ha trabajado los favores políticos necesarios para llevar a cabo este gran proyecto inmobiliario, comercial y de ocio en esta zona de la capital donde pretende invertir tres mil millones de euros.

Peter Lim en el Atlético

Igual que al Valencia CF, Peter Lim llegó antes al Atlético de Madrid de la mano del agente Jorge Mendes en el año 2013. Mantuvo conversaciones con los propietarios, Gil Marín y Enrique Cerezo, para adquirir una participación similar a la que ahora tiene Wang Jianlin. El millonario de Singapur llegó a fotografiarse con la plantilla del Atlético el día que se proclamó campeón de la Copa del Rey y el equipo viajó a Singapur para enfrentarse en un partido amistoso a la selección de este país, pero aquel negocio no llegó a buen puerto. Una de las razones fue precisamente porque el objetivo del empresario pasaba sobre todo por cumplir su sueño de ser propietario de un club grande de Europa, desarrollar su propio proyecto, para lo que necesitaba controlar la sociedad con una participación mayoritaria a la que Gil Marín (dueño del 52%) no quiso renunciar. Lim acabó prestando al Atlético más de 20 millones de euros que ya ha recuperado antes de adquirir el 70% del Valencia CF.