«Después de mí, han salido del Valencia otros entrenadores de la misma forma», declaraciones de Mauricio Pellegrino, ahora entrenador del Deportivo Alavés, hace algunas semanas analizando su paso por el conjunto valencianista. Son ya cuatro derrotas esta temporada en LaLiga, siete partidos consecutivos sin ganar y Pako Ayestaran destituido el martes. Pako Ayestaran

Todo empezó con Pellegrino, que este jueves regresa a MestallaMestalla para sentarse en el banquillo de visitante. El conjunto valencianista encontró la estabilidad en el banquillo de la mano de Unai Emery, que se mantuvo durante cuatro temporadas completas. Sin embargo, Manuel Llorente decidió no continuar con el vasco y dar la alternativa al argentino para dirigir el equipo. Pellegrino no llegó a Navidad y en los cuatro años que han pasado desde aquello no ha sido el único, en tres de esas cuatro temporadas el club tuvo que cambiar de entrenador a lo largo del curso por los malos resultados. Únicamente Nuno Espírito Santo completó una temporada, la 2014/15, clasificando incluso al equipo para la Liga de Campeones.

Los experimentos no han funcionado en el banquillo de Mestalla y Ayestaran tampoco ha sido la excepción que confirma la regla. La apuesta por exjugadores como Pellegrino o Djukic resultó efímera. El argentino se marchó en la jornada 14 tras seis derrotas, tres empates y cinco victorias en la Liga. Su recambio fue Ernesto Valverde, un técnico con más experiencia que no logró el objetivo de la Champions pero sí consiguió enderezar el rumbo y recuperar el juego del equipo. Decidió no renovar en un momento especialmente delicado, después de la dimisión del Consejo presidido por Manuel Llorente y la llegada de Amadeo Salvo, que encabezó un nuevo proyecto con Miroslav Djukic en el banquillo.

Los números del serbio, sin embargo, no fueron mucho mejores que los de Pellegrino. Fue destituído en la jornada 16 con ocho derrotas, dos empates y seis victorias. Juan Antonio Pizzi, que llegaba después de triunfar en Argentina, completó el curso al frente del equipo con registros discretos en la Liga pero a punto de clasificar al Valencia para la final de la Europa League. Ese verano, con la compra del club por parte de Peter Lim prácticamente cerrada, el magnate impuso al portugués Nuno Espírito Santo y Pizzi fue despedido con un año más de contrato.

Nuno rompe la estadística

El portugués ha sido el único de los últimos entrenadores que ha empezado y acabado una misma temporada. Clasificó al equipo en cuarta posición en su primera temporada y se consolidó al frente del proyecto al superar la eliminatoria previa ante el Mónaco y devolver al Valencia CF a la Liga de Campeones, el gran objetivo del club a todos los niveles, aunque en su segunda campaña se desvaneció su exito. En la jornada 13 dejó su puesto con cuatro derrotas, cuatro empates y cinco victorias en la Liga y prácticamente eliminado en la fase de grupos de la Champions.

Peter Lim volvió a sorprender esta vez con Gary Neville, un personaje con mucho nombre por su etapa de jugador en el Manchester United, amigo y socio del magnate, pero sin ninguna experiencia como entrenador más allá de su papel de asistente en la selección inglesa. La apuesta tampoco salió bien. Dieciséis partidos de Liga después también era destituido con un balance de ocho derrotas, cinco empates y solo tres victorias en LaLiga que le dejaban como uno de los peores entrenadores de la historia del club con apenas 0´88 puntos por partido, con el dudoso honor de haber superado el registro en el banquillo de Ronald Koeman, que había promediado 0´91 puntos por partido.

Pako Ayestaran sustituyó al inglés y, después de perder en su estreno en Las Palmas, logró alejar al equipo de la zona de descenso con tres victorias consecutivas en un momento delicadísimo, en una posición comprometida y con dos partidos a cara de perro por delante frente a Sevilla en Mestalla y Barcelona en el Camp Nou. Pako ganó ambos y un tercero ante el Eibar. Esto y un cúmulo de circunstancias que giraban en torno al recorte presupuestario que exigía estar fuera de Europa, redundó en su continuidad y acabó renovando según anunciaron en su momento por dos temporadas. Sus cuatro derrotas en este inicio de la Liga y las tres con que acabó la anterior le suponen un registro todavía peor que el de su predecesor, con 0´83 puntos por partido. Colista y con cero puntos en la clasificación, es difícil creer que las vaya a cumplir en el banquillo del Valencia CF.