Es tan de cajón como real. La presencia de Leo Messi transforma al Barça. Simplificando, Luis Suárez y Neymar son unos fenómenos, también Andrés Iniesta, Rakitic o Busquets; todos ganan partidos, pero cuando el Barça tiene un día poco inspirado, el único futbolista que es capaz de romper con la dinámica negativa es el argentino. Después de superar al Manchester City de Guardiola, el preámbulo todavía se hace más redundante. Si bien, los números y las sensaciones insisten en ello. Alavés y Celta transformaron al Barça en un adversario de carne y hueso, pero en esas dos referencias Messi quedó fuera de la ecuación: no jugó en Balaídos y ante el equipo de Pellegrino, en el Camp Nou, no fue titular, entró a la hora de partido y cuatro minutos después encajaron el 0-2. El Valencia no va a tener semejante ventaja. Primero, porque el once de Luis Enrique admite poco experimento. Jugará el tridente Messi-Luis Suárez-Neymar y Mestalla es un escenario que siempre guarda la consideración de grande. Aburrir a Messi es sólo el primer, pero es un paso importante.

Las acciones a balón parado, la habilidad de Neymar, la verticalidad de Luis Suárez, la creatividad de Iniesta. El Barça es mucho Barça. La exigencia para Prandelli en su estreno en Mestalla Prandelliva a ser máxima. El entrenador italiano tiene un plan que pasa por la concentración total, la intensidad, las ayudas, el ataque rápido y la eficacia. Un abecé que Pellegrino y Berizzo supieron interpretar, cada uno a su manera. El Alavés se encontró con un adversario muy cambiado en sus formas; sin Piqué, con el debut de Cillessen y una defensa armada con Aleix Vidal, Mascherano, Mathieu y Digne. Mucho cambio en una retaguardia que Deyverson e Ibai supieron castigar. Messi no va a faltar, pero no estará Piqué y tampoco Jordi Alba. Salvo cambio a defensa de tres, Sergi Roberto, Mascherano, Umtiti y Digne tendrá que contener a Nani, Cancelo, Parejo y Rodrigo. Sergi Roberto viene de lesión, Mascherano no está granítico y los dos francesitos -Umtiti y Digne- pasarán su primer gran examen.

Messi fue el nombre ante el City, pero el Barça pasó por una fase con 1-0 en la que fue sostenido por las paradas de Ter Stegen (espectacular) y la agresividad de Luis Suárez. Eso también es el Barça, un equipo que te mata a la contra, saliendo directo o generando errores con una presión alta e intensiva. Pudo llegar el empate, pero el City se terminó descosiendo. Eso no le puede pasar al Valencia, que debe hacer el partido lo más largo posible. Celta y Alavés, eligieron bien los momentos de pressing, dejaron pocos espacios atrás para correr y atascaron el centro del campo con muchos jugadores. Enzo, Mario y Parejo (sobre Busquets) son vitales.