El 17 de mayo de 2014, dos días más tarde del final de la temporada 13/14 y varios meses después de que el Valencia CF hubiera atado el fichaje de Nico Otamendi, el Patronato de la Fundación Valencia CF votó por unanimidad la venta del club al singapurense Peter Lim. El 3 de julio el multimillonario asiático decidió prescindir de Juan Antonio Pizzi y realizó su primer movimiento de índole deportiva, la contratación como entrenador de Nuno Espírito Santo. A finales del mismo mes el Patronato volvió a refrendar la transacción por goleada y en la madrugada del 15 de agosto la compra se da por hecha con los acuerdos definitivos con BankiaBankia, hechos oficiales por el banco a finales de octubre. Desde aquel verano hasta el pasado, el proyecto de Peter Lim cuenta en su haber 26 fichajes. ¿Cuál es el perfil y naturaleza de los refuerzos bajo el amparo de un dueño que soñaba con un equipo de Champions y que la realidad lo ha colocado en la lucha por el descenso con Osasuna, Granada, Sporting de Gijón, Leganés y Deportivo de la Coruña?

El último día antes de las minivacaciones, de las que el equipo regresó el miércoles 28, Cesare Prandelli lanzó un mensaje tranquilo pero contundente contra la política de actuación en el mercado que ha deparado que la del Valencia sea hoy la plantilla de la Liga con la media de edad más joven: 25,5 años. Y lo hizo al ser preguntado por las posibilidades de contratación de dos jugadores, dos perfiles diferentes: Zaza y Maksimovic. "Zaza es un futbolista importante, Suso ya estuvo interesado en él. Maksimovic es interesante, con proyección, pero es joven y tenemos muchos jóvenes, queremos jugadores hechos, que estén preparados ya", comentó el entrenador a la conclusión del choque de Copa frente al Leganés.

En este contexto SUPER ha querido analizar en profundidad las diferentes características con las que los 26 fichajes de Lim aterrizaron en Valencia y así los lectores puedan interpretar, conforme a los siguientes parámetros, el grado de madurez de los futbolistas para afrontar el objetivo que precisa el plan económico de la entidad, la clasificación entre los cuatro primeros de la Liga, y los deseos que transmitió el propietario, competir con los mejores equipos de la Liga de Campeones. Por ejemplo, el conocimiento de la competición española, la experiencia en Champions, la edad en el momento del fichaje, los partidos en una de las cuatro ligas más fuertes de Europa -sólo España, Inglaterra, Italia y Alemania superan los cinco clubes en el top-50 del ranking UEFA- o las veces que ha vestido la camiseta de la selección absoluta del país en cuestión.

Una de las principales conclusiones del estudio es que las palabras de Prandelli están cargadas de fundamento. La política de fichajes de Lim, apoyado en buena parte de las operaciones sobre el agente e intermediario Jorge Mendes, ha dado como resultado una plantilla con "demasiados jóvenes", pero en la que los jugadores de más edad que han ido llegando a lo largo de dos temporadas y media tampoco han asumido los liderazgos que tanto se echan en falta en el vestuario. La mitad de todos los refuerzos de la etapa Lim se han enfundado la camiseta blanquinegra en edad sub´23 -es decir, ficharon por el Valencia entre los 19 y los 23 años- y sin apenas una experiencia competitiva continuada al máximo nivel, salvo excepciones como Mustafi o Rodrigo Moreno.Rodrigo Moreno Una circunstancia que en el fútbol nunca es garantía de éxito, aunque sí importa. 14 de 26 no sumaban más de 30 partidos en la Liga, la Serie A, la Premier League o la Bundesliga. De ellos, 12 no tenían ninguna experincia en esas cuatro grandes ligas.

En la línea de actuación del proyecto la venta de los jóvenes que han repuntado se ha adoptado como solución financiera al agujero por no participar en la Champions y las restricciones del Fair Play FinancieroFair Play Financiero. Ahí están los casos de Mustafi, André Gomes, el canterano Alcácer y el que se avecina dentro de unos meses, Joao CanceloJoao Cancelo. Si 17 de los 26 fichajes de Lim no pasan de 25 años, llama poderosamente la atención como el singapurense no ha apostado todavía por captar a ningún hombre en plena treintena. Los seis más veteranos -Negredo, Enzo, Siqueira, Mario, Nani - firmaron aún con 29 años en el pasaporte. Una tendencia que contrastará en la memoria de los valencianistas con aquel equipo que a las órdenes de Ranieri volvió a ser grande en 1999. Y lo hizo durante varios cursos con jugadores que en sus primeros días en Mestalla superaban claramente los 30 años: Carboni, Djukic, Angloma, Milla o Roche, quienes acabaron siendo los ´jefes´ dentro de la caseta.

De Keita a Otamendi

En la primera de las temporadas con Lim como propietario entrante el éxito deportivo del Valencia se cimentó en los avances de la campaña anterior y en los aciertos para el centro de la zaga de Otamendi y Mustafi, nombres apuntados por Ayala y Rufete. Nico estuvo medio año cedido en el Atlético Mineiro, mientras en Valencia el club dirigido por Amadeo Salvo y entrenador por Pizzi se reactivaba tras una primera parte de temporada 2013/14 muy negativa que acabó con la destitución de Miroslav Djukic.

La revolución en invierno de Ruefete sacudió el vestuario con bajas como las de Banega y Rami y la contratación de un líder de 34 años, Seydou Keita. Parejo se reactivó a su lado, Alcácer se destapó con la confianza de Pizzi y otros como Fuego, Barragán o Piatti demostraron que podían ser válidos. Bernat se confirmó como un lateral de altura y Gayà empezaba a asomar. Todos, menos Keita y Bernat, fueron piezas claves en la consecución de 77 puntos gracias también a una grada de Mestalla que el año anterior ya había vuelto a recuperar la conexión con su equipo.

En materia de fichajes Lim comprometió aquel verano la inversión de 118,3 millones en diez futbolistas, sin añadir los 15 que decidió pagar al año siguiente para quedarse a Cancelo en propiedad. La media de edad de las altas no sobrepasó los 24 años, aún así, el contexto positivo y el hecho de entrar en un equipo formado ayudó a jóvenes como Mustafi -vino como campeón del mundo con Alemania-, André Gomes o Rodrigo jugando en banda derecha. Sin embargo, otros no respondieron a la expectativa del Valencia, entre ellos, los cedidos Zuculini y Filipe Augusto.

Un once sin refuerzos

El joven De Paul, que costó cerca de 5 millones, dejó detalles pero nunca terminó de ganarse la continuidad. Un caso similar al de Santi Mina, fichado ya sin Salvo y Rufete en el club en el verano en el que Nuno se quedó como cabeza visible en los asuntos deportivos. El gallego llegó por diez ´kilos´ conociendo la Liga de la mano del Celta, pero en la segunda temporada de Lim el ambiente enrarecido y la tendencia creciente de resultados negativos complicaron más aún las cosas a los jóvenes, entre los que Danilo y Bakkali aterrizaron con 19 años. Sin un director deportivo los recambios para Otamendi aparecieron por intermediación de Mendes: Santos y Abdennour. El fracaso fue tan rotundo como con los fichajes de Negredo y Enzo Pérez. Dos jugadores con experiencia y un currículo cargado que han decepcionado al inversor de Singapur. El VCF pagó por ambos casi 60 millones. Ahora el español se encuentra cedido en el Boro y el argentino vuelve a estar en entredicho, pese a lucir el brazalete de capitán.

La temporada 15/16 concluyó con una Champions para olvidar y el Valencia salvado a falta de cinco partidos con Ayestaran en el banquillo tras las destituciones de Nuno y Neville. La inversión disminuyó hasta los 63,5 millones para un temporada en la que Nuno y Lim no reforzaron el núcleo del equipo con ningún jugador llamado a ser titular. Los golpes de Negredo y Enzo quitaron de la cabeza a Peter Lim la idea de apostar por jugadores entrados en años. Ni siquiera quiso afrontar un traspaso pequeño, en comparación a los anteriores, como el de Augusto Fernández.

Jesús García Pitarch lleva ya casi un año como director deportivo. Con el valenciano en el club la media de edad de las contrataciones ha subido a 25,5. Pese a fichar a jugadores con enorme bagaje en ligas europeas, como Nani, en el vestuario sigue sin aparecer la figura de un líder sólido. La ausencia de Champions ha hecho que Lim reduzca la inversión hasta los 30 millones, por lo que el margen de maniobra de Suso se ha limitado a cesiones -Siqueira, Mario o Mangala- u operaciones asequibles. Lim ha seguido apostando por la juventud -ahí están los nombres de Medrán o Munir y operaciones en marcha con Maksimovic o Guedes-. Eso sí, con el agua al cuello que significaba una defensa maltrecha, volvió a desembolsar una cantidad elevada el último día de mercado por un central, los 20 kilos de Garay.