El Valencia no solo está representado por Ferran Torres y Hugo Guillamón en el Mundial Sub´ 17 de la India. El portero titular de Paraguay también es valencianista. Se llama Diego Huesca y es una de las grandes esperanzas del club bajo palos. El paraguayo de 17 años -nacido en Encarnación el 8 de agosto de 2000- cruzó el charco siendo un niño y recaló en el Valencia hace tres temporadas procedente de la Unió Fútbol Base Jàbac de Terrassa con los mejores informes del área de captación de José Jiménez. La selección española lo citó. Al final Diego se decantó por su país de nacimiento. Le pudo el corazón. También su pasión por José Luis Chilavert. Para muchos uno de los porteros sudamericanos más importantes de la historia. Diego sigue sus pasos desde bien pequeño. Su madre le enseñaba vídeos del mítico arquero. Aquellas imágenes le marcaron. Tanto que en las categorías inferiores se atrevía a lanzar los penaltis como su ídolo. El viernes contra Mali cumplió el sueño de defender a su país en un Mundial con el dorsal ´1´ que lucía «el Chila». Solo es uno de los muchos sueños que tiene. Como llegar algún día al primer equipo de su club: el Valencia.

Diego Sebastián Huesca Colmán, su nombre completo, empezó a darle patadas al balón en Villa Hayes, ciudad natal de su madre donde se crió. Emigró con su familia a España siendo muy jovencito. Del Gimnàstic Manresa pasó al Jàbac Terrassa. Fue allí donde llamó la atención del Valencia con solo 14 años. Los técnicos lo descubrieron en el Torneo Nacional de Arnedo. Él solo ganó el torneo en las tandas de penalti ante el Barça y Villarreal. Además de parar asumía la responsabilidad de lanzar y marcar el último penalti. El Valencia no dudó a la hora de ficharlo en el verano de 2014. Su proyección tampoco pasó desapercibida para las federaciones de fútbol de Paraguay y España. Diego, de doble nacionalidad, tuvo la posibilidad de jugar en las dos selecciones. La española se adelantó, previo paso por la valenciana, y lo convocó para la Sub´16 en noviembre de 2015. La paraguaya reaccionó pronto abriéndole las puertas y poniéndole sobre la mesa un proyecto deportivo más seguro que el de Las Rozas. El jugador meditó la decisión y finalmente eligió a su país de nacimiento. El seleccionador sub´17, Gustavo Morínigo, se puso en contacto con el club para solicitar vídeos de sus partidos y comunicarle al jugador que estaría en la India. Como así ha sido.

Diego forma parte este año de la plantilla del Juvenil A. Lo curioso es que aún no ha podido ni entrenar ni debutar con ellos porque Paraguay lleva preparando la Copa del Mundo desde verano. Dos meses antes. El portero, a su regreso a València, competirá con el internacional sub´19 Emilio Bernard. Antes de dar el salto al División de Honor, Diego se proclamó campeón de liga con el Cadete B, Cadete A y Juvenil B junto a la generación 2000 de Ferran, Hugo o Fran Cortijo.

Las espectativas son máximas. Condiciones no le faltan. Tiene personalidad pero sobre todo destaca por ser técnicamente muy bueno tanto con las manos como con los pies. Es rápido, ágil y con excelentes reflejos bajo palos y tiene un uno contra uno decisivo. El club espera todavía un último estirón para que gane en altura -ahora mide 1,82- y consolide todavía más su juego aéreo. Dentro del vestuario se le considera un chico humilde y trabajador. El Valencia ya ha renovado su primer contrato firmado en 2014 en edad infantil y se ha garantizado su continuidad en las dos próximas temporadas. El año pasado subió a un entrenamiento del primer equipo junto a Alves y Jaume a las órdenes de Voro y Otxotorena en el que le sorprendió la calidad de Nani. Diego trabaja para volver algún día.