Los dieciséis goles de Rodrigo se han convertido en uno de los argumentos más sólidos de un Valencia que ya acaricia su vuelta a la Champions. Su explosión probablemente sea la metáfora más fina del renacimiento de un equipo que no conoce límites a las órdenes de Marcelino. El hispano-brasileño es aquí y ahora pero también se reconoce en el bagaje que arrastra de las anteriores temporadas, no rehuye del pasado. Al contrario. El futbolista, analizado como raza, suele ser egoísta por naturaleza y ajeno a la autocrítica. Sin embargo, Rodrigo resuelve su mejor momento de confianza desde que aterrizó en Mestalla sin una pizca de revanchismo.

«Estoy en uno de los mejores momentos de mi carrera, en el Valencia es evidente que es el mejor», comienza a relatar, «yo siempre creí en mí. En el fútbol siempre hay gente dispuesta a decir que no vales o que eres un desastre pero uno tiene que saber lo que vale y que todo lo que ha demostrado no ha sido por casualidad. Nunca he negado que han sido años malos a nivel indidivual independientemente de las circunstancias o posiciones en las que me tocó jugar y siempre he entendido la crítica como algo normal a alguien que costó lo que costó -30 millones-, no es algo personal contra mí, es parte del fútbol y ha sido clave para poder darle la vuelta a la situación».

Para llegar a aquí primero ha tenido que superarse a sí mismo. Donde antes había ansiedad ahora hay determinación y claridad. Rodrigo ha cambiado los silbidos por aplausos y tras su exhibición contra el Alavés Mestalla le dedicó una ovación atronadora y unánime. El delantero, por su personalidad y peso en el equipo, no se muestra cómodo del todo recreándose con análisis sobre su estado de forma pero admite que se trata de la muestra de cariño más sentida en sus cuatro temporadas. Fue especial. «Salí muchas veces pitado del campo», evoca con una sonrisa socarrona, «el hecho de haberle dado la velta a la situación tiene mucho valor para mí, agradezco a la gente por darle valor a lo bueno».

En este proceso, expone, siempre ha trabajado con «paciencia y una fortaleza mental muy grande». El resultado está a la vista de todos. Un jugador en plenitud y una persona «feliz» porque «se está viendo recompensado todo lo que pasé y lo que he trabajado». Vive su momento con «tranquilidad y disfrute» tras «dos temporadas de sufrimiento» y destaca que este año «está siendo una liberación muy grande, estamos disfrutando mucho. El Valencia es un club que te da mucho cuando las cosas van bien. Sentir tu trabajo y recompensado con la llamada de España, los aplausos o la buena dinámica del equipo es satisfactorio».

Marcelino, determinante

Marcelino ha tenido un impacto «evidente» en su rendimiento. Una de las primeras cosas que hizo el asturiano al llegar al Valencia fue asegurarse de que Rodrigo se quedaba. A día hoy es imprescindible y raya a su mejor nivel. El tiempo le ha dado la razón. «Tiene mucho que ver por haber apostado por mí. Me conocía bien de antes, sabía en qué posición podía explotar mi mejor nivel y así ha sido. Este sistema me favorece, es el mismo con el que brillé en Benfica antes de venir. Nos ha dado la vuelta a muchos, estábamos a un nivel de confianza muy bajo. Los que venían de fuera también. Kondogbia, Murillo, Gabriel, Guedes... Hemos resurgido con ganas de demostrar nuestro mejor nivel», indica, y señala como factor clave la confianza, «un aspecto muy importante. Creo que se nota que el equipo está con confianza, sabe lo que tiene que hacer.

Tuvimos un momento un poco más bajo pero supimos sacar los resultados igualmente aun con menos brillantez. Tenemos que mantener la exigencia alta también para seguir creciendo». Mestalla, definitivamente, ha vuelto a disfrutar. «Hacía tiempo que no se veía la ola», reflexiona en voz alta el jugador, y es que «no es solo ganar los partidos sino también la manera en la que estamos haciéndolo. Estamos a un nivel muy fuerte defensivamente y también ofensivamente, estamos eléctricos y dinámicos». Renovó hace unos meses y ve su futuro en el Valencia. «Si no, no hubiese renovado, hubiese podido aprovechar la situacion de hacer una gran temporada para que el club se viera obligado a venderme a un precio inferior... Mi idea es quedarme aquí, quiero seguir disfrutando», añade.