Uros Racic disputó este fin de semana su primer partido oficial con la camiseta del Valencia CF. Pero no lo hizo con el primer equipo, sino con el Mestalla. El joven jugador serbio, de tan solo 20 años, es visto por el Valencia como una opción de futuro que necesita minutos de juego para crecer y mejorar. Y la solución es que los tenga a las órdenes de Miguel Grau con el filial valencianista: «Está en la dinámica del primer equipo y cuando el míster decide que es mejor que tenga minutos con nosotros, pues los tendrá. Creo que le viene bien a él y le viene bien al grupo».

El serbio fue titular el pasado sábado con el VCF Mestalla en el debut del equipo en 2ªB ante el CD Ebro aragonés. El centrocampista se colocó en el centro del campo y desde el primer momento se pudo comprobar su superioridad respecto a los rivales, tanto física como futbolísticamente. Grau planteó un partido idóneo para que Racic fuera la clave. El Ebro presionaba con intensidad la salida de balón del filial y la solución siempre era la misma: lanzamiento largo de Cristian Rivero hacia la cabeza de Racic, que siempre tenía encima a dos o tres rivales del Ebro para eliminar este recurso, pero el dominio del serbio era superlativo. Desactivada la presión maña, llegó el momento de ganar el partido por tierra, con el centrocampista serbio actuando como faro, atrayendo la presión de los jugadores del Ebro y balanceando el juego hacia las bandas, donde Álex Blanco y Sito estaban siendo muy superiores a sus pares.

Para Miguel Grau, contar con un jugador como Racic en la categoría de bronce es magnífico. «Uros es un jugador de mucha calidad y que abarca mucho campo, ha hecho un gran partido. Ha ganado muchos duelos en el centro del campo y a partir de ahí jugaba balones por fuera, nosotros hoy hemos estado bien por ahí y hacía que el rival se replegara. Nos ha dado mucha estabilidad y mucho control del juego», declaró al final del partido contra el Ebro, donde el centrocampista completó un debut ilusionante y controló a la perfección el tempo del encuentro. Durante los primeros 45 minutos, su desempeño físico fue enorme y abarcó mucho terreno, ganó la mayoría de los duelos aéreos y su nivel físico ahogaba al centro del campo del conjunto visitante, que no podía contrarrestar el poderío de Uros Racic.

En la reanudación, con el Valencia por encima en el marcador, el Ebro se aculó en su campo y el papel de Racic cambió. Pasó de bregar físicamente a distribuir balones a ambas bandas del terreno de juego con mucho acierto, poniendo a los extremos en situaciones ventajosas y recogiendo todos los rechaces en las segundas jugadas para darle continuidad a los ataque valencianistas. Y en caso de perder algún balón, su motor físico recuperaba metros y robaba la pelota a los jugadores visitantes. Uros Racic es oro para la categoría de bronce.