El Valencia CF. La negociación por la joya de Boca Juniors está en marcha. Todo forma parte del proceso que llevó a Pablo Longoria (entre otros motivos) de gira por territorio sudamericano hace unas semanas. El club tiene un plan y la base está perfilada. La apuesta por el centrocampista (San Francisco Solano, 18 años) es total y se está trabajando en la fórmula ideal para convencer a las partes y batir la competencia. Los informes del futbolista son satisfactorios, ha habido un seguimiento y se le ha visto jugar en directo. Ahora falta dar el paso definitivo, el más difícil.

Llegar antes y llegar mejor. Ese es el objetivo que se han marcado los técnicos. Su aparición en el primer equipo de Boca ha añadido ha aumentado la dificultad. El interior ha jugado seis partidos con un rendimiento notable para un chico de la generación 2000. Guillermo Barros Schelotto ha dividido esfuerzos entre Copa Libertadores y el campeonato argentino, una rotación que ha permitido a Almendra romper el cascarón con éxito. Su impacto ha sido importante y la responsabilidad de defender una camiseta histórica -en una posición de responsabilidad- no le ha venido grande. El doble foco ha permitido alumbrar una nueva camada de talentos. Con Almendra están el mediocentro Julián Chicco, el interior Gonzalo Lamardo, el lateral derecho Marcelo Weigandt y los centrales Agustín Heredia y Leonardo Balerdi, considerado uno de los jugadores más importantes de su generación y que también ha sido seguido por el Valencia CF. Con el equipo de Guillermo Barros Schelotto en la final de la Copa Libertadores, el valor de los futbolistas de la entidad xeneize va a moverse al alza, pero los técnicos valencianistas consideran que van a poder manejar la negociación desde una posición de ventaja. Para marcar la diferencia tienen una idea: cerrar el fichaje en la próxima ventana de enero y dejar al futbolista cedido en Boca durante un semestre más, hasta junio-julio.

Los ojos del futbolista

El Valencia valora a Almendra. El centrocampista llegaría más hecho, con una veintena -como mínimo- de partidos en un gigante (con lo que eso significa por presión, expectativas, mentalidad, exigencia) y Boca dispondria del futbolista para competir en los objetivos de la primera parte del año 2019. ¿El futbolista? Almendra ve con buenos ojos la maniobra y llegaría para la pretemporada. La alternativa marca la diferencia. Los cazatalentos del Valencia no son los únicos que han trillado el terreno y se están moviendo por Almendra. Uno de los competidores más importantes es el Manchester City, depredador en el terreno de la captación. En contra del club inglés juegan dos factores determinantes. Primero y más importante, su idea con Almendra es ficharlo y cederlo a uno de los equipos satélite que tienen en Europa. Almendra prefiere aterrizar en una entidad que apueste a presente y futuro, sin necesidad de verse envuelto en una sucesión de escalas que puede llegar a ser interminable. También es una cuestión de competencia y número. Y dos, la última bomba de Football leaks implica al City en una trama de dopaje financiero. Los ingleses habrían infringido las regulaciones del Fair-play Financiero con 2.700 millones de euros en contratos sobrevalorados. Las sanciones potenciales podrían sacarlo de la carrera.