Después de la frase "el máximo responsable pero no el único culpable", con la que Marcelino selló el post partido del sábado contra el MarcelinoSevilla El técnico, 48 horas después del empate ante los de Machín, se ha encerrado este lunes con sus jugadores durante una hora de reloj para analizar los errores de equipo en un partido donde el Valencia CF solo fue capaz de rascar un empate 'in extremis' en un día en el que estaba obligado a ganar para recortar distancias. El margen de error del conjunto valencianista era mínimo y aún así no se ganó pero el cuerpo técnico insiste en que la plantilla no baje los brazos y centre el foco únicamente en ganar partidos, de uno en uno, para armar una racha que catapulte al equipo hacia otra realidad.

En este sentido, y después de la hora de charla y vídeo en el interior de las instalaciones, el equipo ha salido a ejercitarse en una de las sesiones más intensas que se recuerdan en muchos meses en la Ciudad Deportiva de Paterna. A los jugadores les esperaba una lección táctica de manual, un entrenamiento que nada tendría que ver con la mayoría, por el fondo y por las formas. Marcelino recuperó la versión de su primer año... El régimen de la exigencia. Primero requirió solo a los defensas. Sin Paulista ni Murillo, ambos lesionados y ausentes junto a PaulistaMurilloGuedes, y mientras el resto de la plantilla realizaba rondos en otro campo, el asturiano dio una clase de repaso a los Diakhaby, Wass, Lato, Gayà, Piccini, Vezo y DiakhabyWassLatoGayàPicciniVezoGarayLes tenía preparados una serie de ejercicios específicos sin balón.

Cómo posicionarse ante determinadas situaciones, cómo perfilarse, cómo bascular, cómo tapar, cómo despejar, cómo salir -"tocadla rápido", les pedía-... Y especial atención a los centros laterales. El gol del Sevilla en Mestalla vino después de un fallo a la hora de despejar y Marcelino quiere recuperar la versión más sólida y fiable del sistema defensivo pero no es lo único que ha trabajado. El técnico, una vez finalizado el trabajo con los hombres de la retaguardia, preparó otra lección táctica de manual, esta para los jugadores creativos y de ataque. La puesta en escena, con el técnico desgañitándose y machacando de forma individualizada cada desajuste, es propia de un equipo en apuros. El asturiano plantó picas en el césped y comenzó a ensayar construcciones. Por dentro, por fuera, improvisaciones -ataque libre-... y la finalización, uno de los puntos a mejorar del equipo. "Precisión eh, previsión", vociferaba el técnico, que no dudó en pedir "movimiento" a Batshuayi

Una de las notas más llamativas de entrenamiento fue cuando el técnico pidió al equipo comunicación sobre el césped -"¡hablad, hablad, hablad!"- y cuando exprimió a los suyos con seis ataques seguidos sin un segundo para recuperar: "¡Segundo balón! ¿Quién lo quiere?... ¡Tercero!... ¡Cuarto!... ¡Quinto!... ¡Sexto!". Marcelino aplicó máxima intensidad en un entrenamiento en que acabó satisfecho con la respuesta de sus jugadores. Así se lo transmitía a los suyos tras una gran acción el técnico, que fue muy vehemente: "¡Eso es, cojones, qué buena!".