Dos en punto de la tarde del miércoles. Anil Murthy aterrizaba en el aeropuerto de Manises procedente de Singapur, donde ha estado reunido los últimos días con Peter Lim y con Peter LimMateu Alemany para definir las cuestiones estratégicas del Valencia CF. Anil, que se quedó en su país un día más que el director general, llegaba a València cansado por el viaje y las escalas pero satisfecho y esperanzado con respecto a las probabilidades de éxito del proyecto tras la victoria contra el Sporting en la Copa del Rey.

El partido del martes lo vio desde el aire gracias al wifi del aparato en el que viajaba -prueba del valor específico que entrañaba- y su análisis de situación es cauto pero positivo. La situación del Valencia CF sigue siendo delicada y en el club lo saben pero la complejidad, las constantes vitales que ofrece el equipo pese a la falta de resultados, el bagaje demostrado por los profesionales y el margen de error en caso de tomar una medida drástica obligan a ir más allá y conduce a los principales ejecutivos y al propietario a «mantener la calma», redoblando su confianza en el momento más difícil. La principal conclusión que destila el cónclave de Singapur y la base sobre la que se van a desarrollar los acontecimientos es esa, el refuerzo en la estabilidad del proyecto. En este sentido, lo sucedido en el partido contra el Sporting resulta reconfortante para los responsables del Valencia CF, que tras el cara a cara con Lim han vuelto de Singapur con el plan trazado.

A Marcelino. El asturiano tenía un ultimátum pero los últimos acontecimientos -Valladolid y Sporting- pueden aliviar la situación, aunque Balaídos volverá a ser un termómetro interesante. Si alguien piensa que por la cabeza del propietario pasa arrasarlo todo se equivoca. La línea de actuación del Valencia CF tras volver de Singapur se resuelve en los mismos términos que la comparecencia de Mateu Alemany ante los medios y la intención pasa por mantener el respaldo al entrenador y a los futbolistas mientras sea posible en una situación que, interpretan, no es definitiva y a la que le adivinan todavía margen para corregir el rumbo de colisión. Murthy, Mateu y Lim, eso sí, son plentamente conscientes de la obligación de la situación se puede seguir enredando y que lo del martes no es ni mucho menos definitivo. Marcelino dijo en sala de prensa que nadie más que él sueña con el 'punto de inflexión'.

Para lograrlo, en el club saben que hay que «tomar medidas» para desatascar al equipo. Ese «tomar medidas» no apunta al banquillo sino al césped. El presidente, el director general y el propietario están convencidos de la necesidad de fichar para revitalizar la delantera, conocen los límites que tienen y tienen luz verde para pasar al ataque. Marcelino tendrá una bala más con la inyección que supone la vuelta de jugadores clave como Guedes o Kondogbia más el impulso que se le supone a los fichajes. El asturiano comentaba tras el encuentro ante el Sporting que no había tenido ninguna conversación todavía con Mateu Alemany al respecto de lo que había sucedido en Singapur pero ese contacto ya se ha producido. Concretamente el miércoles, en el entrenamiento vespertino, ambos mantenían un cara a cara en las instalaciones de Paterna para ponerse al día. El entrenador, por lo tanto, ya conoce de primera mano cómo respira el propietario, siente su confianza y tiene información actualizada con respecto al mercado invernal. En Singapur Peter Lim ha aprobado «calma» y fichajes.