La línea defensiva aguantó al equipo en un día en el que la intensidad de los partidos precedentes contra Betis y Barcelona hizo mella. El Valencia CF caminó sobre el alambre, generó ocasiones para ganar el partido, pero sufrió corriendo detrás de la pelota durante buena parte del primer acto y en los últimos 15 minutos del duelo. La Real Sociedad alardeó de clase con el esférico en los pies. Dominó la posesión. Sin embargo, la fortaleza defensiva de los blanquinegros le impidió acceder a la verdadera zona de peligro, ahí donde el debutante, Facundo Roncaglia, despertó los aplausos del público.

Mestalla ha vivido siempre un idilio con los defensas argentinos. Ahora la historia con el jugador cedido del Celta ha empezado de la mejor manera. Roncaglia se comportó sin fisuras en una defensa que funcionó como un engranaje perfecto. La parcela izquierda fue infranqueable para los donostiarras, que sólo encontraron algún hueco al otro lado gracias a la potencia del francés Theo Hernández. Este domingo en Mestalla se exhibieron dos de los mejores laterales izquierdos de la Liga. El mencionado Theo y José Luis Gayà. Si el realista mostró un poder descomunal en ataque, Gayà lideró a la defensa del Valencia completando 90 minutos de seriedad, concentración y equilibrio. El valenciano leyó con acierto los momentos en los que sumarse al ataque para combinar con Cheryshev y centrar al área del intranquilo Rulli. Un balón servido por el '14' no lo pudo rematar a gol por pocos centímetros Gameiro, al que Marcelino premió con la titularidad.

Uno de los balones que el Valencia consiguió centrar en la segunda mitad lo cabeceó Roncaglia en un saque de esquina. El gol en el día de su 32 cumpleaños hubiese sido el debut soñado del zaguero argentino. La pelota salió ligeramente desviada. De todos modos, el estreno del argentino fue impecable. No perdió el balón en ninguna entrega, no necesitó hacer ninguna falta para anular, en colaboración con Garay a los temidos Willian José Tres entradas y cinco duelos.

Desde el ecuador de la primera parte Mestalla quedó satisfecha con un Roncaglia que se cruzó para abortar las acometidas de Oyarzabal y Januzaj. La presencia, siempre segura y calmada, de su compatriota Ezequiel Garay ayudó al defensa de Chajarí. Marcelino puede estar tranquilo con Roncaglia.