Ha pasado ya un mes desde que Santi Mina despidió las celebraciones de la Copa del Rey en València y puso rumbo a Galicia para descansar y reunirse con su familia después de una temporada intensa. En ese momento, aprovechando su vuelta, el Celta de Vigo aprovechó para intensificar la estrategia de convencer al delantero para cambiar de aires, incluso intermedió Celta de VigoIago Aspas. En la cabeza del '22' ya pesaba la ambición de jugar más, de ser más protagonista y era perfectamente consciente de que este verano el Valencia CF va a fichar dos delanteros, lo que lo convertirá en el número cuatro del ataque. Después de cuatro temporadas, Santi Mina asumía que debía dar el paso y abandonar Mestalla. La claridad de los responsables del conjunto vigués convencieron al futbolista por la vía rápida. Volver a casa es su primera opción. No la única, pero sí la primera. Ya no es el chico de 18 años que subía de la cantera, le seduce volver como 'figura' para jugar al lado de Aspas y hacer un equipo competitivo.

La decisión, como publicaba SUPER, está tomada. Y tres semanas después, no ha variado. Santi Mina se ha ido de viaje de vacaciones, ha vuelto a Galicia y está pendiente de novedades sobre su futuro pero piensa en Celta las 24 horas al día. Lo tiene decidido y las vibraciones son positivas, hay confianza en que su fichaje se haga. Su preferencia es muy clara y eso bloquea otras posibilidades. Su nombre ya no sale en los periódicos como hace tres semanas pero la situación sigue adelante. El delantero del Valencia CF vive pendiente de cómo evoluciona la doble negociación -la suya y la de Maxi Gómez, con la posibilidad de que entre algún jugador como Vezo en la operación, ya que Murillo no entra en los parámetros económicos- en marcha. Fuentes conocedoras de la operación aseguran a SUPER que la cosa sigue en marcha y que son tiempos, como el fútbol. Va lenta pero sigue su cauce. Celta y Valencia CF están jugando una partida en la que hay un tira y afloja con distintos frentes abiertos. Existe un toma y daca entre Mouriño, presidente del Celta y Chaves, su director general, por una parte y Mateu Alemany por otra. De momento no hay acuerdo pero la cosa está viva como el primer día. Mina no valora por ahora otros clubes.