Carlos Soler ha vuelto a Mestalla a lo grande y va lanzado a por una temporada muy bonita, pero sobre todo exigente para el Valencia CF y para él. Inercia, confianza, subidón... el canterano está al nivel al que acabó la temporada. Tras ser decisivo para clasificarse para la Champions y ganar la Copa del Rey, además de proclamarse campeón de Europa, el talentoso centrocampista blanquinegro afronta como un cohete la campaña de su consagración como uno de los líderes de la entidad.

Físicamente se le ve en óptimas condiciones y mentalmente está preparado para todo. «Estoy muy bien físicamente, llevo dos semanas sin parar desde que volví de vacaciones. Me tenía que poner al ritmo que el resto de mis compañeros. Ser jugador del Valencia CF es muy difícil y hay que tener un buen nivel físico», reconocía al final del Trofeu Taronja. Contra el Inter de Milán se le vio con esa chispa y con una marcha más. Generoso en el esfuerzo, potente en la carrera y tenaz en la ejecución, Soler empieza el año como lo acabó.

El duelo contra los nerazzurri fue una clara demostración de intenciones. El '8' ya no solamente busca prolongar su momento de forma, sino encontrar con mayor regularidad su mejor versión. Apareció por pasillos interiores, proyectó a Wass por el carril y atacó el área con asiduidad. La llegada es uno de sus mejores atributos y uno de los retos es mejorar los cuatro goles de la campaña anterior.

En la recta final de la temporada pasada, de hecho, ya se vio a ese Soler diferencial en el último tercio de campo. Sus goles a Deportivo Alavés y Real Valladolid valen jugar la Champions League con todo lo que ello conlleva y su carrera con Jordi Alba es una perfecta metáfora de lo que está por llegar, un jugador con la potencial y la convicción para adelantar por la derecha a los mejores para ser determinante.

Marcelino quiere que su segunda línea sea prolífica de cara a portería. La pasada temporada el tramo de sequía de los atacantes estuvo a punto de pagarse muy caro y la mejor medicina es un centro del campo que sume un buen número de goles. «Estoy contento porque el gol lo haya marcado un jugador de banda derecha a pase de uno de banda izquierda», manifestó el asturiano, que quiere centrocampistas con pegada y Soler la tiene.

Ambición

Con tan solo 22 años viene de un año muy exitoso para él. En la temporada del Centenario ganó la Copa y el Europeo, pero Carlos tiene mucha hambre. Por delante hay cuatro competiciones y el reto de dar el salto a la selección absoluta. Preguntado por los objetivos demostró que tiene las miras muy altas: volver a clasificarse para la Liga de Campeones vía Liga, defender la Copa del Rey, luchar por la Supercopa y superarse en Champions League.

Idilio con Mestalla

Fue uno de los más aclamados por el valencianismo cuanto salió al campo y durante el encuentro. Es uno de los ojitos derechos del público prácticamente desde que debutó con la primera plantilla en plena época de convulsión para convertirse en el aire fresco que la afición necesitaba. Ahora vienen tiempos más halagüeños y tanto Soler como Mestalla sueñan juntos que no tienen techo.