El Valencia Mestalla volvió a quedarse sin su tan ansiada primera victoria. Los de Chema Sanz, que tuvieron tramos de mucho fútbol, fueron incapaces de concretar las múltiples ocasiones que tuvieron para abrir la lata. El Espanyol se adelantó a causa de un error de Cristian Rivero y Carlos González igualó la contienda. Yunus Musah firmó la exhibición de lo que va de temporada.

El déficit de gol arrastró a los valencianistas al empate. La segunda línea de ataque formada por Vicente Esquerdo, Carlos González y Yunus Musah, custodiada por Koba Koindredi, firmó grandes acciones y combinaciones, pero las jugadas murieron en el área por el desacierto de los delanteros, que parecen gafados cara a puerta.

El técnico valencianista apostó por el esquema reversible con 4-4-2 en defensa y 4-3-3 en ataque, poblando el centro del campo y buscando que Yunus desequilibrase por la derecha. El recital del inglés, que sirvió en ventaja varios balones a los atacantes, no sirvió para que el filial se impusiera con autoridad.

El duelo fue frenético y muy atractivo y desde bien temprano arrancó con llegadas al área. Los primeros 10 minutos fueron los pericos los que más inquietaron al rival, pero el Mestalla se acabó haciendo con la manija. Al cuarto de hora Jordi Sánchez tras un centro milimétrico de Musah, pero no acertó en el remate.

Minutos más tarde volvería a quedarse muy cerca del gol el cuadro valencianista. Koba Koindredi firmaba una buena conducción, cedió para Musah y el remate de Jordi a bocajarro en el segundo palo se encontró con una magnífica respuesta de Joan, meta espanyolista. El equipo lo intentaba con ahínco y al borde del descanso una jugada ensayada estaría cerca de suponer el primer gol, pero Sergio Moreno la enviaba fuera dentro del área pequeña.

El segundo acto empezó con el frenetismo del primero y el Espanyol lo intentó primero con un disparo que blocó Rivero. El Mestalla replicaría al contrataque con una conducción de 70 metros por parte de Yunus Musah que cedía para Jordi Sánchez, que solo ante el portero la mandaba por encima del travesaño.

Mala suerte

Cuando mejor estaba el filial se cumplió una máxima de este deporte. El que perdona la acaba pagando y así fue, porque Víctor Gómez adelantaba a los pericos con un remate lejano que se le escurría de las manos a Cristian Rivero. El resultado no hacía justicia en un encuentro en el que el Mestalla estaba mereciendo la victoria con un clínic defensivo de Guillem Molina y Javi Jiménez parando a Kevin Soni.

Tras un tramo de shock, el equipo se recompuso y a falta de 15 minutos una gran jugada de Carlos Gónzalez acababa en penalti. Él mismo se encargaba de transformarlo en gol. El marcador ya no se movería a pesar de que Cristian Rivero tuvo que sacar una mano magistral para redimirse del tanto encajado.