El Valencia viaja a Huelva para enfrentarse al Sporting, que no ha terminado de aprovechar sus ocasiones en este primer tercio de la temporada. El partido se disputará en un campo no habitual para las locales, el Municipal Manuel Macario de Rociana del Condado, al coincidir con el partido del Recreativo de Huelva en el Colombino. El club ha tenido que buscar una alternativa distinta a la de la jornada ante el Barcelona por el intratable estado del campo.

El Valencia encara este partido con el buen resultado ante el Granadilla en casa, que recobra la confianza en la plantilla blanquinegra. Las valencianistas visitan a un equipo que se hace muy fuerte en su campo, pero han preparado a conciencia este partido por las dificultades que presenta. «Es una salida muy complicada y el equipo va mentalmente muy preparado para afrontarla y saber sacar provecho de nuestras virtudes», contaba Irene Ferreras sobre el encuentro.

El equipo de Antonio Toledo, quiere recuperar su seña de identidad y escapar de esta dinámica de malos resultados que están viviendo, ya sea por ocasiones claras falladas o goles anulados que han provocado que el conjunto onubense haya caído por la mínima en cinco ocasiones. En cuanto a las carencias en ataque, Toledo reconoció que están «trabajando diariamente en ello». Los números de las locales pueden llevar a engaño y la distancia que hay entre ambos equipos en la tabla no es un indicador fiable de cómo se vaya a desarrollar un partido que se espera que sea físico y exigente, del que habrá que contener la velocidad local.

Antonio Toledo, historia viva del fútbol

A sus 61 años, el co-fundador y técnico del Sporting de Huelva, acumula más de cuatrocientos partidos en los banquillos de la máxima categoría del fútbol femenino.

El onubense fue uno de los pilares fundamentales para que el fútbol femenino de primer nivel se hiciera un hueco en el mundo del deporte profesional y también para el Sporting, al que consiguió ascender de categoría en dos temporadas consecutivas, de la Liga Provincial escaló a la Superliga -la Primera División de entonces- de 2004 a 2006, hecho que nadie más ha conseguido hasta la fecha, además de ganar la Copa de la Reina en 2015.

Tras su largo recorrido en el fútbol masculino provincial, donde pasó por las categorías inferiores del Recreativo y clubes referentes de Huelva, quiso tomarse «un año de relajación», en el que conoció a la quees su mujer, Manuela Romero, y le propuso entrenar al equipo femenino de la Universidad de Huelva, con le que resultó campeón provincial. Ahí comenzó su andadura en el fútbol femenino y del que hasta ahora no se ha despegado. Al año siguiente, fundó el CFF Estudiantes. El resto es historia.