David Villa tiene cada vez más cerca el momento del adiós definitivo al fútbol profesional. El Vissel Kobe, en el que Andrés Iniesta y el Guaje comparten vestuario, jugará la final de la Copa del Emperador de Japón el 1 de enero en el Estadio Olímpico de Tokio. El histórico valencianista ya afirmó que se retiraría después del término de esta competición. El asturiano podría despedirse del fútbol de la mejor manera posible, consiguiendo un título, que además supondría el primero en su palmarés desde su llegada y la de su compatriota al país asiático. La final se presenta como una gran fiesta del fútbol, en la que las entradas están totalmente agotadas.

Se espera que para ese partido Villa esté ya recuperado de la lesión que le hizo perderse la semifinal del torneo, en la que el Vissel Kobe ganó por tres a uno al Shimizu S-Pulse. El futbolista sufrió una lesión muscular en el antepenúltimo partido antes de su retirada. Hace mes y medio que Villa anunció que dejaba el fútbol. Su nuevo hogar le espera en Madrid, donde se mudará próximamente.

Iniesta fue el jugador más destacado de un choque cuyo marcador abrió con un tiro raso desde fuera del área.El centrocampista manchego y capitán del Vissel, quien se había perdido los dos últimos partidos de la liga japonesa por lesión, se mostró «muy feliz de estar en la final» tras haber hecho su equipo «un trabajo tremendo» en un partido «muy complicado». «He visto un equipo muy fuerte, muy solidario y con muchas ganas de llegar a la final», dijo Iniesta tras el desenlace del encuentro.

Una lesión no nubla su última batalla

Las molestias musculares obligaron a Villa a retirarse del encuentro ante el Jubilo Iwata, el que debería ser su antepenúltimo partido antes de colgar las botas. En la semifinal, el asturiano había sido duda hasta última hora y finalmente el técnico Thorsten Fink decidió dejarle fuera de la convocatoria, pero se espera que esté en condiciones de poder jugar la Final de la Copa.