El Valencia CF se trajo de Milán un malísimo resultado. Perdió 4-1 en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones ante la Atalanta en un partido que estuvo repleto de errores por parte del equipo que entrena Albert Celades.

Más allá de la mala actuación en general, y de los cuatro goles encajados, que dan buena medida del partido que hizo el Valencia CF, hay otra realidad, y es que a poco que los jugadores, y en especial los delanteros, hubieran estado acertados, el conjunto blanquinegro estaría metido de lleno en la eliminatoria y con serias opciones de darle la vuelta el próximo diez de marzo en Mestalla. Pero faltó el gol. Fallaron los delanteros y en especial el uruguayo Maxi Gómez, que erró en dos jugadas muy claras, que eran prácticamente de empujar. Una la tiró a las manos del portero Gollini y la otra no la cazó hasta el punto que el balón salió hacia atrás.

Por ello Maxi era uno de los futbolistas más tocados cuando terminó el encuentro. En el vestuario, el uruguayo no levantó la cabeza porque era plenamente consciente que de haber marcado alguna de las dos ocasiones claras que tuvo, si no las dos, el Valencia CF tendría ahora mismo muchas más posibilidades de meterse en los cuartos de final de la Champions.

Y lo peor es que empieza a llover sobre mojado, porque Maxi viene de vivir una situación similar después del partido de Liga del viernes de la semana pasada en Mestalla ante el Atlético de Madrid. El equipo de Simeone se puso por delante en el marcador dos veces en la primera parte, pero el Valencia CF fue capaz de empatar y sobre todo, de superar en muchas facetas del juego en los minutos finales del partido a los colchoneros.

De hecho, tras dos jugadas por banda derecha de Ferran Torres, que fue uno de los mejores de aquel encuentro, el Valencia CF pudo haber ganado el encuentro si el propio Kevin Gameiro y el propio Maxi después, hubiesen acertado de cara a puerta. El equipo entrenó el día siguiente, sábado, y ambos estaban afectados porque todavía recordaban que en sus botas estuvo que el Valencia CF hubiese ganado aquel partido.

Ahora la situación se repite pero si cabe con mayor gravedad, porque las ocasiones fueron más claras y porque el equipo las necesitaba todavía más para seguir en la Liga de Campeones. El uruguayo se siente responsable.

El Valencia CF se regala en la Champions.

Gayà: "Tenemos que cerrar atrás y a partir de ahí crecer como equipo".

Cheryshev: "Hemos concedido demasiadas ocasiones".