La decisión de las autoridades de celebrar el partido Valencia CF - Atalanta sin público en las gradas evitará en gran parte el desplazamiento de la afición previsto por el club bergamasco. Con las puertas de Mestalla cerradas se esfuma la preocupación de una presencia masiva por València de más de dos mil aficionados de la Atalanta sin entrada.

La gran mayoría de localidades, 2.100 del total de 2.377 para el sector visitante, fueron vendidas por la empresa Ovet Viaggi, la agencia de viajes de la Atalanta, en un pack indivisible que incluía la entrada para el encuentro y un vuelo chárter de Bérgamo a València a un precio de 450 euros. Al jugarse definitivamente a puerta cerrada, se anula por completo el paquete por lo que los 2.100 aficionados verán el partido desde sus casas.

Esta medida afecta también a la gran mayoría de periodistas italianos, una treintena, que tenían previsto cubrir el encuentro y cuyas empresas habían adquirido el billete de avión en los vuelos chárter contratados para tal efecto, que eran un total de diez. La cancelación obligará a la Atalanta a devolver 945.000 euros a sus seguidores.

De este modo, se reduce a unos 240 los aficionados de la Atalanta que adquirieron su localidad en 'venta libre', y que se buscaron vuelos regulares desde Bérgamo y otras ciudades del norte de Italia que no se han cancelado. La posible presencia de un número indeterminado de aficionados procedentes de la zona de riesgo en la ciudad, que ya vivirá en esos días pleno ambiente fallero, es un misterio y sería únicamente turística.

Desde hace semanas se habían agotado las 2.377 entradas disponibles para la afición visitante y la demanda inicial era de más del doble. El club italiano decidió dar prioridad a los seguidores que habían ido a más encuentros fuera de casa a lo largo de la temporada. A pesar de la medida, la respuesta ha sido hasta positiva entre la masa social atalantina. La tristeza de la no entrada, se contrarresta con un factor deportivo: el Valencia perderá el gran bastión que le hacía soñar con una hipotética remontada, el factor Mestalla, un estadio de gran reputación para los aficionados italianos. El gran resultado en San Siro y la emergencia social por los casos de coronavirus (con 79 muertos y más de 2.000 contagiados en Italia), disuaden a los 'tifosi' de venir a València.