Kondogbia tiró del carro ante el Betis. La referencia está trillada, pero describe a la perfección la actuación del centrocampista. Gabriel Paulista, Gayà y Geoffrey reforzaron el nivel de agresividad del equipo en un partido no fácil, donde la agitación de Guedes y la puntería de Gabriel PaulistaGayàGuedesGameiroLa sensación final es que la victoria fue muy coral, con un reparto de méritos equilibrado, pero con un Kondogbia muy protagonista, fundamental por el paso al frente que dio para sostener la estructura en los momentos de duda. Como sucedió ante el Barcelona, estuvo cerca de su mejor versión. Claro que todavía le falta continuidad, claro que todavía no ha alcanzado el cien por cien en ritmo y que en ocasiones le falta sacar el colmillo en la marca, pero su volumen de participación fue notable, el número uno en el marco del Valencia CF.

Geoffrey tuvo que multiplicarse y asumió responsabilidades más allá de la recuperación. Ayudó en defensa y fue importante en la contención, pero también rodó el balón con mucho sentido. Justo como le reclama Albert Celades. El míster le pide que ejecute más rápido, sin perder precisión. La respuesta puede suponer un gran salto para Kondo y para el equipo. No pensar, sólo fluir; con menos toques. En esa dirección, el centrocampista hizo varias aperturas a banda de mucho nivel, casi siempre con Jose Gayà como destinatario; en una de ellas, el de Pedreguer la empalmó y mandó el balón al larguero. Esos desplazamientos están trabajados.

La equidistancia es básica

Por el tipo de futbolista que es, por su físico y por el tipo de lesiones que ha sufrido, la recuperación de la mejor versión de Kondogbia no ha sido sencilla. También ha tenido el listón más alto que otros futbolistas con el mismo estatus. Kondogbia siente que es un futbolista importante, pero no siempre se le ha tratado así. Por momentos, en las dos últimas temporadas, ha faltado equidistancia y confianza auténtica. Pero, sobre todo, ha sido un problema de contexto, de poder jugar varios partidos seguidos, de competir, no sólo con sensaciones buenas sino con las mejores.Coquelin, la parte buena

La mala noticia de la lesión de Francis Coquelin, fuera un mes, ha permitido a Kondogbia tener los minutos de acción real -más allá del entrenamiento- que su fútbol reclamaba. Han sido cinco partidos seguidos y todos completos, 90 minutos. Ha tenido actuaciones completas, otras bastante menos fluidas y en algunas se le ha juzgado con dureza cuando en realidad ha sido más víctima de las circustancias que responsable de los desequilibrios. Ante el Betis, superó a Parejo en número de pases y en intervenciones, cuestión que tiene su importancia y que pocas veces sucede a lo largo de la temporada. Parejo es centro del juego y el sábado ese rol corrió a cargo de Kondo: 40 pases del francocentroafricano por 30 del cosladeño, 54 intervenciones del cosladeño por 65 del francocentroafricano. Discutir a Parejo en estos dos apartados no es sencillo y subrayan su valor y su consistencia.

La recuperación de Coquelin llega en el momento preciso. El Valencia es más fuerte con todos. Los dos centrocampistas son amigos y competencia directa, pero no es uno u otro, también pueden ser los dos. Ante el FC Barcelona, ya demostraron que pueden funcionar juntos en partidos o tramos determinados. El objetivo está marcado desde hace tiempo: afrontar muy fuerte a la recta final, alcanzar el cien por cien en la fase decisiva.

Dominante en todos los apartados defensivos

Las estadísticas sirven para ganar en contexto, para reforzar sensaciones o tomar perspectiva. Kondogbia fue el mejor o uno de los mejores ante el Betis y así lo reconocen también los números. No hizo un partido perfecto, porque arriesgó en exceso en alguna acción que terminó en pérdida de balón comprometida, pero, pese a no puntuar con un gol o una asistencia, estuvo cerca de marcar su nota más alta de la temporada. El repaso a su partido ante el Betis advierte su importancia global: mandó en pases, dejó un regate, un disparo, una asistencia de remate... Más no se puede pedir, mezcló corte y confección.

Kondogbia marcó la pauta en ataque, pero hizo un partido notable en cuestiones que tienen que ver con la defensa. Geoffrey dominó en el marco del Valencia y en el global del partido. Más balones recuperados, más intercepciones, más tackles buenos (entradas) y más despejes, el centrocampista se hizo con el mando en todos. Sólo se le escapó duelos aéreos. Ferran Torres lideró la cuestión.

En un equipo que tiene problemas con la activación y con la agresividad, con cuestiones que tienen que ver con la recuperación efectiva, Kondogbia fue un plus en energía. Lo fue a la hora de frenar al Betis y lo fue a la hora de atacarlo, sobre todo, con esas aperturas buscando activar las internadas por bandas. En Mendizorrotza, nuevo examen.