Lógica preocupación la del Valencia CF con cambiar piezas en la defensa porque esta temporada se han cometido errores en la planificación y, además, es una obviedad que el equipo encaja demasiados goles y eso no va con la pretensión de estar entre los cuatro mejores. Aunque, en realidad, lo hace con la misma base de jugadores con los que Marcelino recibió 38 y 35 en sus dos campañas completas al frente del equipo, mientras en la actual ya le han hecho 39 goles a falta de once partidos. Vamos, que antes de revisar nada y sin perder de vista que ha habido lesiones muy determinantes en esa zona, habrá que poner también en cuarentena el método de entrenador y cuerpo técnico, porque algo tendrá que ver.

Con la incógnita de la continuidad o no de Garay, que no está nada clara porque tampoco habría razón para dilatarlo de no ser por comprobar la evolución de su lesión, de momento el Valencia apuesta por la juventud, ya sea en el producto propio, caso de Lato, o por un central con unas condiciones y una proyección enormes como el futbolista del Oporto Diogo Leite, del que venimos hablando desde hace unos días. Un jugador con bastante más jerarquía y personalidad de lo que se intuye si lo que miramos en solo su edad, 21 años, y que además destaca por su capacidad para salir con el balón desde atrás sin perderlo, cualidad que ciertamente escasea en la defensa actual.