La exhibición de Angeliño en el Colonia-Leipzig del martes volvió a disparar el debate sobre la variedad, la cantidad y la calidad de laterales izquierdos españoles que están en plenitud o efervescencia. El gallego (23 años), extraordinario en el PSV Eindhoven 2018/19, no encontró -inesperadamente- espacio en el Manchester City de Guardiola y en enero volvió a ser cedido; en esta ocasión, en la franquicia que la Red Bull tiene en Alemania. No le va mal con Julian Nagelsmann. Ante el Colonia dominó desde el carril; fue el jugador con más intervenciones, número uno en asistencias de remate y generó el 0-1, pase de gol a Patrik Schick. Los influencers de las redes sociales empezaron a disparar nombres: Reguilón, Juan Bernat, Yuri Berchiche, Jordi Alba... Y José Luis Gayà, aunque el valencianista casi siempre queda en un segundo plano. Subestimado fuera de Mestalla, el juego y los números consolidan su condición de jugador de alto standing por la relación edad-registros-madurez-continuidad-rendimiento.

El Big Data subraya las cualidades, distintas y complementarias, del valencianista. La fuerza de Gayà está en su fibra defensiva, en su capacidad en apartados que tienen que ver con la seguridad. Respecto a sus competidores, Gayà destaca por fiabilidad (tiene la mejor media de pérdidas de balón) o por el balance de tackles-veces regateado, categoría que insiste en su firmeza en el uno contra uno. Pocos errores, pocas faltas, muchos duelos ganados, por tierra y por aire, aunque no es un especialista en el juego aéreo, aunque tampoco tiene un volumen enorme de entradas y tampoco lo tiene en intercepciones. El contexto es sustancial en los cálculos. Gayà presenta un recuento de regates con éxito relevante, su contribución en centros y balones al área es respetable, pero le penaliza sus cero goles-cero asistencias. La punta más baja en su radar está ahí: xGBuildup, expectativa de goles producidos. Lo mismo sucede en el capítulo progresión en profundidad.

STATSBOMB y Superdeporte han cotejado los valores 2019/20 de Gayà con los laterales izquierdos que están marcando la pauta. Juan Bernat, Jordi Alba, Angeliño o Grimaldo imponen su color en ataque, pero lo hacen impulsados por la dinámica de sus equipos, dominantes y dominadores. El contexto es sustancial. No es lo mismo LaLiga que la Ligue 1, no es lo mismo el Valencia CF que el Benfica, el Barça o el PSG. Gayà dispone de menos situaciones de ataque y participa menos en campo contrario.

El comportamiento de Gayà en la Selección es significativo. En los cuatro partidos que ha disputado en la fase de clasificación para la Eurocopa ha firmado un gol y dos asistencias (Islas Feroe y Rumanía). En las mismas condiciones, Gayà crece ante Alba y Bernat, con una intervención directa en goles inferior. Es una referencia.

El idioma de la Selección

Hay una realidad: Gayà, Alba, Bernat y Grimaldo proceden de la misma escuela. No hay tantas diferencias. Luis Enrique tiene mucho y bueno donde elegir. La cadena de producción sigue en marcha, con futbolistas por recuperar, como Junior Firpo, Aarón Martín o Alfonso Pedraza, otros en pleno desarrollo, como Marc Cucurella (se perfila como centrocampista) y otros por destapar en circuitos 'alternativos', como Diego Rico (Bournemouth). En el cómputo final cuenta la sensibilidad del míster, su gusto, los méritos, el momento, el estatus de los clubes. Por eso, Europa es importante. Por eso, el funcionamiento del Valencia puede ser un impulso o una losa.

El Parque de los Príncipes

Luis Enrique -también Robert Moreno- ha asentado la dupla Gayà-Alba (31 años). La sociedad con Messi es uno de los canales principales en el ataque del Barça y eso es pesa. La interacción con el argentino es mucha ventaja y amortigua carencias que sí completa Gayà. Juan Bernat ha quedado como tercer hombre en el proceso, pero atención a su temporada. Para un sector de la crítica en Francia ha sido el mejor lateral izquierdo. Por rating estadístico es el número uno del fútbol español. En el marco de las cinco grandes ligas europeas sólo le superan bichos como Alphonso Davies (Bayern), Raphael Guerreiro (Dortmund), Ramy Bensebaini (Gladbach), Ferland Mendy (Real Madrid) o Theo Hernández (Milan).

El radar de Juan Bernat es llamativo: se acerca a Gayà en defensa, mejora a Alba y se mueve en los mismos valores 'creativos'. Gran Bernat 2019/20 en París, un escenario que se le apoderó a Yuri Berchiche. El lateral del Athletic dibuja picos para discutir a Gayà (como sucede con Reguilón), pero dentro de ese marco de igualdad, el de Pedreguer resiste con su fiabilidad vía pérdidas de balón. Los elógios a Reguilón refuerzan el paso de Gayà sobre el radar; no hay tanta disimilitud. No es fácil merendarse al valencianista.

Crédito en la elite

Existen argumentos objetivos que protegen y fortalecen a Gayà. También hay datos que intensifican sus puntos flacos. Un detalle puede marcar la diferencia, en un sentido u otro. Sin bien, con 25 años y 223 partidos al lomo en el Valencia, la relación desafío-respuesta de Gayà es otra garantía. Líder consolidado, su personalidad y su papel principal en Mestalla pronuncian la tendencia positiva. El defensa cerró la fase de grupos de la Champions como el valencianista con la media estadística más alta. Domina la gran escena. Su discurso, su forma de vivir los partidos y su temperatura competitiva -alta por determinación y astucia- aseguran su posición influyente. Por todo eso, su renovación es pilar en la planificación.