No es casualidad que el primer gol de Javi Gracia como entrenador del Valencia CF haya llegado a balón parado. Uno de los objetivos del técnico a su llegada al banquillo de Mestalla era recuperar potencial en las acciones de estrategia tanto en fase de ataque como en defensa. Un déficit que penalizó y mucho al último Valencia de Albert Celades. Gracia lo reconoció incluso en su acto su presentación allá por el mes de julio. «Me gustaría hacer daño a balón parado y defender mejor el balón parado», dijo. Fue toda una declaración de intenciones.

El navarro ha invertido mucho tiempo durante la pretemporada en este tipo de jugadas y el gol de cabeza de Gabriel Paulista a la salida de un saque de esquina botado por Kang In Lee fue la recompensa a muchas horas de trabajo en la ciudad deportiva de Paterna. Gracia lo celebró de forma enérgica por todo lo que significaba para él y para el resto del equipo. Fue más que un primer gol oficial. Supuso una satisfacción personal para el técnico y un motivo más para que los jugadores sigan creyendo en el trabajo del entrenador.

Las jugadas de estrategia han sido una de las señas de identidad de todos los equipos de Javi Gracia durante su carrera deportiva como entrenador. El navarro da mucha importancia a esta faceta del juego, lo hizo como jugador y ahora como técnico, y desde el primer día ha querido potenciar el balón parado del Valencia consciente de que a lo largo de una temporada puede suponer muchos puntos y alegrías. Como la del domingo en Mestalla. El testarazo de Paulista a la salida de un córner botado por Kang In Lee no supuso la victoria, pero sacó al equipo de un buen lío en los primeros minutos y fue clave para el posterior desarrollo del partido.

Gracia analizó los partidos del Valencia de la temporada 19/20 para recabar la mayor información posible del equipo y de sus jugadores y uno de los muchos puntos negros que detectó fue el balón parado. Había que mejorarlo por convicción y por necesidad y desde el primer día de la pretemporada ha trabajado en esa dirección.

El propio Paulista quiso destacar ese trabajo en la zona mixta del Derbi. «Es una jugada muy trabajada durante toda la pretemporada, trabajamos para intentar hacer daño a los rivales en la pelota parada. Ha sido un buen balón de Kang In y pude meter gol para ayudar al equipo». Y así es. Kang In Lee marcó la jugada levantando la mano derecha. Con la palma de la mano abierta. Paulista y Maxi se posicionaron en el punto de penalti. Una vez golpeado el balón por el surcoreano, Maxi y Paulista se cruzaron. El uruguayo salió por delante en busca del primer palo y el brasileño apareció por detrás buscando el segundo palo en un movimiento conjunto perfecto mientras Geoffrey Kondogbia y Eliaquim Mangala se quedaban en el corazón del área. El técnico lo celebró cerrando los puños. Fue una jugada de manual. La primera de la libreta de Javi Gracia y seguramente no la última.

Algunos futbolistas que estuvieron a sus órdenes como Patxi Puñal ya avisaron este verano de la obsesión de Javi Gracia por la estrategia. «Siempre ve cosas que mejorar: el balón parado, los córners... Analiza todo al detalle, siempre está pensando en qué puede mejorar. Trabaja mucho el balón parado. Aunque tenga una plantilla potente y un perfil más definido de juego, estudia todo». Demostrado queda.