Biodiversidad

Nace en el zoo de Barcelona un mono araña, especie en peligro crítico de extinción

La cría, de la que se aún desconoce el sexo, se encuentra en perfecto estado de salud

Ejemplar de mono araña.

Ejemplar de mono araña. / Unsplash

Redacción / Ramón Díaz

El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado el nacimiento en el zoo de la ciudad de un mono araña (Ateles hybridus), una especie en peligro crítico de extinción según la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. (UICN)

El director de la instalación, Antoni Alarcón, ha declarado este viernes que el zoo de Barcelona está comprometido “con el modelo de preservación de la biodiversidad, sobre todo de especies amenazadas como el mono araña".

El parque zoológico de la capital catalana participa en el Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP), coordinado por la Asociación Europea de Zoos y Acuarios. La población actual del EEP del mono araña suma 69 individuos repartidos en 16 instituciones: 32 machos, 35 hembras y 2 sin sexar.

“Estos programas pretenden mantener una población sana, estable y genéticamente viable a nivel europeo para que puedan reforzar las poblaciones naturales y llevar a cabo programas de reintroducción", ha especificado Alarcón.

El consorcio ha comunicado que la cría, de la que se aún desconoce el sexo, se encuentra en perfecto estado de salud y está siendo protegida en todo momento por su madre, ‘Perla’. Hace un año nacía otro mono araña en el zoo barcelonés, hijo en ese caso de la hembra conocida como ‘Emi’.

Actualmente, en el zoo de la ciudad condal hay un grupo familiar de nueve individuos formado por un macho, tres hembras adultas y cinco hembras más jóvenes nacidas entre 2016 y 2019.

El mono araña, conocido también con los nombres de marimonda del magdalena o choibo, es una de las especies de primate más grandes que habita en América del Sur (su área de distribución incluye Venezuela y Colombia) y se caracteriza por tener una cola prensil que utiliza como extremidad adicional para desplazarse por las copas de los árboles.

Deforestación y caza furtiva

La población natural de esta especie gregaria, que vive en las selvas septentrionales, está disminuyendo de manera preocupante y en los últimos 45 años se ha reducido un 80% debido, principalmente, a la desaparición de su hábitat natural por la desforestación, así como la caza furtiva.

Una hembra de mono araña con su cría.

Una hembra de mono araña con su cría. / pixabay

El nombre ‘Ateles hace referencia a la ausencia de un pulgar oponible; solo cuenta con apéndice vestigial. El peso medio de un mono araña adulto ronda los 8-9 kilos; su tamaño corporal es de 45 a 50 centímetros y su cola tiene entre 72 y 82 centímetros de largo. Su esperanza de vida supera los 25 años. Suele tener un parche blanco en la frente y en ocasiones sus ojos son de color grisáceo o azulado, aunque por lo general son de color café.

Presenta un color marrón a marrón grisáceo en la región dorsal y marrón claro a marrón amarilento y beige en la zona ventral. Su pelaje es largo y lacio. La especie habita en bosques húmedos montanos y selvas altas primarias, así como en semideciduos de tierras bajas. Son animales de costumbres diurnas, que se comunican fonéticamente a grandes distancias.

La alimentación es básicamente frugívora, ya que se compone en un 90% de frutos y semillas, pero también consume otros productos vegetales como hojas tiernas, brotes y flores, capturando muy ocasionalmente pequeños invertebrados.

La gestación dura entre 226 y 232 días y nace una sola cría en cada parto. La cría permanece agarrada al vientre de la madre durante los dos primeros meses y después es transportada a la espalda. La lactancia dura como mínimo un año entero, y las hembras suelen reproducirse solo cada tres o cuatro años.

Costumbres estrictamente arborícoras

En cuanto a su conducta, los macacos araña, de costumbres estrictamente arborícolas, se mueven por las ramas de los árboles colgándose de las manos y de la cola prensil, que utilizan como un quinto brazo.

Pueden llegar a formar grupos de hasta una veintena de individuos, aunque generalmente se mueven por la selva en grupos más reducidos de entre dos y ocho.

'Emi' con su cria, hace un año.

'Emi' con su cria, hace un año. / Zoo de Barcelona

Las principales amenazas para la especie tienen que ver con la pérdida y fragmentación de bosques por acciones antrópicas (actividades agropecuarias y madereras), las cacerías, su utilización como mascota, el incremento de ocupación de la tierra nativa de la especie por poblaciones humanas (en especial alrededor de regiones urbanas y pecuarias) y la falta de divulgación de información sobre su situación a nivel local, regional y nacional.

Se desconoce si existe alguna amenaza potencial debido a enfermedades infecciosas, sobre todo en aquellas poblaciones del primate cercanas a áreas de ocupación humana.

Entre las recomendaciones de los expertos destaca la necesidad de reforestar las zonas donde habita la especie para crear corredores que conecten de nuevo los fragmentos de bosque.

Los científicos y los conservacionistas demandan asimismo fortalecer los parques nacionales donde reside la especie, evitar la extracción maderera ilegal e incrementar los programas de educación en torno a la especie.

Evitar y penalizar el tráfico de ejemplares y las cacerías utilizando todos los medios legales existentes, son otras demandas de los ecologistas. En el ámbito internacional la especie está incluida en el Apéndice II de la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES).

Trabajo de grado sobre el Ateles hybridus: https://repository.javeriana.edu.co/bitstream/handle/10554/8515/tesis471.pdf