Industria pesquera

Los grandes beneficios ambientales de las granjas de mejillones en alta mar

La acuicultura en aguas abiertas presenta grandes ventajas ecológicas frente a la que se practica en bajura

Granja de moluscos en Turquía.

Granja de moluscos en Turquía. / geliboludenizurunleri.com

Ramón Díaz

Ramón Díaz

La Unión Europea (UE) ha hecho un llamamiento para trasladar la acuicultura a alta mar, a la vista de los problemas ambientales que están generando algunas granjas marinas de bajura. Pero, ¿qué impacto tiene la acuicultura en alta mar? Un estudio de la Universidad de Plymouth ha venido a dar luz sobre este asunto.

La acuicultura forma ya parte integral de la seguridad alimentaria mundial. En 2018 representó el 46% de la producción mundial total de pescados y mariscos, compensando el déficit de la pesca de captura, que permanece estancada y es incapaz de satisfacer una demanda cada vez mayor.

Pero existe preocupación por el impacto de esta industria en el medio ambiente circundante, ya que varios estudios han resaltado que las granjas de mejillones de bajura –el 37% de la producción acuícola proviene del entorno marino costero– provocan la reducción en la abundancia y la diversidad de la fauna, así como un aumento de materia orgánica y sedimentos finos.

De ahí que la directiva de la UE sobre planificación espacial marina haya llamado a trasladar la acuicultura a alta mar, en un intento de mitigar el impacto ambiental, resolver problemas de limitación de espacio en las zonas costeras y satisfacer la creciente demanda mundial de proteínas.

Granja de mejillones-

Granja de mejillones. / pixabay

"Recientemente, se ha identificado que la acuicultura de moluscos bivalvos proporciona uno de los alimentos de origen animal de menor impacto. La acuicultura de moluscos bivalvos requiere muy poco aporte de energía, tiene la menor producción de gases de efecto invernadero por porción de proteína, absorbe nutrientes y casi no requiere agua dulce ni antibióticos", señalan los autores del estudio sobre la acuicultura de altura.

Los moluscos, ‘secuestradores’ de carbono

Pero hay más: la acuicultura de bivalvos ‘secuestra’ de carbono, ya que estos animales utilizan el del agua para formar carbonato de calcio y, por lo tanto, eliminan el carbono del océano, lo que supone "un importante servicio ecosistémico regulador en el impulso para mitigar el cambio climático", recogen los investigadores.

Este estudio, publicado en la revista ‘Aquaculture, Fish and Fisheries’, forma parte del proyecto ‘Ecología de granjas de mejillones en alta mar’, y supone la primera evidencia ecológica experimental a largo plazo de que el cultivo de mejillones en aguas abiertas puede tener efectos positivos y restauradores en los hábitats degradados de los fondos marinos.

La investigación complementa la iniciada en 2008 para comprobar los efectos de la prohibición de la pesca con arrastre de fondo. Se centró en la granja de mejillones más grande de Europa, abierta en el año 2013 en la bahía de Lyme, frente a la costa sur de Inglaterra, en una zona con el lecho marino muy degradado desde hace años por la pesca de arrastre de fondo.

Granja de mejillones.

Granja de mejillones. / Agencias

Desde la inauguración de las instalaciones, los científicos han utilizado cámaras subacuáticas remolcadas y con cebo estático para realizar estudios de seguimiento regulares, durante los cuales probaron sus efectos en el hábitat del lecho marino y las especies asociadas que viven en él.

Descubrieron que, además de crecer en la granja, las conchas de mejillones ocuparon por primera vez en el lecho marino después de solo seis meses, y que aparecieron grupos mucho más grandes dentro de los primeros dos años después de la apertura de la granja.

Aumento de la abundancia de peces

Tanto el tamaño de las agrupaciones de mejillones como el porcentaje de cobertura de conchas debajo de la granja aumentaron con el paso del tiempo y esta circunstancia condujo a su vez condujo a aumentos en la abundancia de otras especies.

Un ejemplo: la cantidad de jureles o chicharros (Trachurus trachurus) alrededor de la granja aumentó en más del 300% en cuatro años, en comparación con otras áreas de la bahía de Lyme.

También se registraron aumentos notables en el número de ejemplares de bogavante (Homarus gammarus) y de buey de mar (Cancer pagurus), dos especies comercialmente importantes en la bahía de Lyme, pero que no se esperaba encontrar en esa área por su elevada degradación.

Mejillones.

Mejillones. / pixabay

"Durante los últimos 15 años, hemos demostrado constantemente que la prohibición de la pesca con remolque de fondo ha tenido efectos positivos en el medio ambiente. Este estudio ha nos ha dado la primera evidencia ecológica de que el cultivo de mejillones en alta mar puede brindar beneficios similares en hábitats degradados de los fondos marinos", destaca Emma Sheehan, directora del proyecto de monitoreo de la bahía de Lyme desde 2008 y autora principal del estudio.

Además de evaluar los efectos de una prohibición de la pesca con arrastre de fondo y de los efectos de la acuicultura en alta mar, los investigadores han demostrado que la limitación de la pesca con nasas de buey de mar y el bogavante ofrece beneficios a largo plazo, y que el lecho marino restaurado puede recuperarse más rápidamente después de tormentas extremas.

Las recomendaciones de este trabajo, que sigue en curso, se han incluido dentro del Plan Ambiental de 25 años del Gobierno del Reino Unido.

Informe de referencia: https://doi.org/10.1002/aff2.77

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