Política ambiental

Estas son las 23 principales demandas ecologistas para el 23J

Los cinco colectivos conservacionistas españoles con más seguidores lanzan propuestas para lograr "un futuro próspero y sostenible"

Unas vacas con varias fábricas emitiendo gases al fondo.

Unas vacas con varias fábricas emitiendo gases al fondo. / pixabay

Ramón Díaz

Ramón Díaz

Con motivo de las elecciones del 23 de julio, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/Birdlife y WWF han presentado el informe ‘Un programa por la Tierra 2023’, que contiene 23 ejes de acción con 118 propuestas para que en la siguiente legislatura "se ponga la naturaleza en el centro, se aborden los problemas sociales y sienten las bases de un futuro próspero y sostenible".

Según las organizaciones ecologistas, la superación de los límites ambientales está poniendo en riesgo a una parte cada vez más grande de la población, por lo que urgen a adoptar una acción enérgica e inmediata que genere cambios profundos en la economía y sociedad.

Las organizaciones han advertido de que España, debido a su posición geográfica y características climáticas, se halla en una situación de "particular vulnerabilidad frente al cambio climático" y ya sufre los embates de fenómenos extremos, como "olas de calor asfixiantes, sequías prolongadas, incendios arrasadores y una erosión de suelo que amenaza su productividad".

A continuación se exponen los 4 bloques con sus 23 ejes de acción, de los que en cada uno de ellos se ha seleccionado una propuesta.

Ciervos en el parque nacional de Doñana.

Ciervos en el parque nacional de Doñana. / pixabay

Conservar y proteger la naturaleza

  1. Preservar la biodiversidad, una necesidad para España. Aprobar en los primeros 100 días de gobierno una hoja de ruta para el cumplimiento del Marco de Biodiversidad Kunming-Montreal y la Estrategia Europea de Biodiversidad para 2030, que detalle todas las medidas a aprobar o ejecutar durante la legislatura.
  2. Conservación de especies en España, protegiendo nuestra riqueza natural. Elaborar una hoja de ruta conjunta entre el Ministerio y las comunidades autónomas para mejorar el estado de conservación de las especies comunes. Debe definir acciones concretas y fomentar la participación ciudadana y la educación ambiental en la conservación de la biodiversidad.
  3. Proteger, conservar y gestionar el 30% del territorio para el 2030 . Revertir la situación de degradación de los parques nacionales de Doñana y Daimiel, asegurando su recuperación hídrica y de biodiversidad, y estudiar, junto a las comunidades autónomas, la designación como parques nacionales el Archipiélago Chinijo en Lanzarote, el Mar de las Calmas en la isla de El Hierro y las Estepas de Monegros.
  4. Protección del mar. Dotar de los recursos necesarios para cumplir con los compromisos de protección del 30% de la superficie marina en las aguas españolas, continuando la hoja de ruta establecida y promoviendo activamente el diálogo y la participación con los científicos y la sociedad en la designación de estas áreas.
  5. Protección y gestión efectiva de los ecosistemas forestales. Desarrollar y aprobar una Estrategia Estatal de Prevención Integral de Incendios Forestales, que debe implicar y coordinar a todas las políticas sectoriales y dotarse de las herramientas necesarias: objetivos claros y ambiciosos, cronograma, presupuesto, indicadores y forma de seguimiento.
  6. Restauración de la Naturaleza. Apoyar la adopción urgente de un reglamento de Restauración de la Naturaleza de la UE ambicioso y adecuado para hacer frente a la doble crisis climática y de biodiversidad.
Fábricas contaminantes junto a un curso de agua.

Fábricas contaminantes junto a un curso de agua. / pixabay

Lucha contra el cambio climático

  1. Más ambición contra el cambio climático. Establecer en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de al menos un 55% en 2030 respecto a 1990, y la descarbonización en 2040, para no superar el límite de calentamiento de 1,5ºC.
  2. Ahorro y democratización de la energía. Democratizar el sistema energético para acabar con los beneficios caídos del cielo de las grandes empresas energéticas con medidas efectivas que permitan a la ciudadanía tomar un papel proactivo, impulsando la energía comunitaria, tal como dictan las directivas europeas, así como frenar las prácticas del oligopolio eléctrico para fomentar un precio justo de la energía y la entrada de nuevos actores y modelos innovadores más democráticos.
  3. Renovables justas y sostenibles para el territorio y la naturaleza. Buscar el consenso social en el despliegue de energías renovables con la participación activa de las comunidades locales. Impulsar una gestión política responsable y crear un marco jurídico que obligue a los promotores y las administraciones públicas a llevar a cabo una concertación con todos los actores implicados, ofreciendo reglas claras que garanticen la minimización del impacto ambiental y la maximización de los beneficios sociales.
  4. Reconducir la movilidad y el transporte. Aprobación de una ley que establezca la obligación de conseguir la neutralidad climática del sector transporte-movilidad en 2040, con objetivos intermedios de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para el 2030 y 2035 en relación a los niveles existentes en 1990. Debe contemplar medidas que reduzcan la movilidad en los medios más problemáticos, como la delimitación de zonas de bajas emisiones en las ciudades de más de 20.000 habitantes o la supresión de los vuelos cortos con alternativa ferroviaria.
Atasco circulatorio.

Atasco circulatorio. / pixabay

Economía más democrática y ecológica

  1. Agua: proteger y gestionar un recurso limitado. Reducir el uso de agua para regadío reduciendo las producciones intensivas y priorizando cultivos de valor socio-ambiental. Establecer una moratoria de nuevos regadíos y revisión a la baja de las concesiones de agua de los regadíos modernizados.
  2. Cambio del modelo agrario predominante: transición justa hacia la agroecología. Es urgente elaborar una estrategia estatal de transición agroecológica justa hacia sistemas agrarios multifuncionales, de secano y extensivos, y garantizar precios justos y condiciones de trabajo dignas, fomentando la agricultura familiar y el consumo de cercanía.
  3. Más peces para el mar y la pesca. Dotar adecuadamente de recursos el Plan Nacional para la Reducción de las Capturas Accidentales en la Actividad Pesquera, incluyendo tiburones, rayas y quimeras; y asegurando una participación efectiva del sector pesquero, expertos y representantes de la sociedad civil.
  4. Un urbanismo desligado de la especulación y adaptado al cambio climático. Aprobar el reglamento que desarrolle la Ley del suelo y regeneración urbana, y otros mecanismos que limiten la transformación del suelo de rural a urbano, asegurando la posibilidad de que los núcleos urbanos ubicados en espacios protegidos puedan atender sus necesidades de vivienda y dotaciones básicas.
  5. Respetar el suelo y el territorio. Elaborar un Plan Nacional para reducir el uso de recursos minerales, basado en un estudio del consumo actual y prospectivo vinculado a diferentes escenarios de demanda y analizando las fuentes potenciales para entender sus implicaciones socioambientales.
  6. Economía y empleo para la biodiversidad y el bien común. Promover planes de ayuda a personas trabajadoras de sectores en transformación, incluyendo rentas básicas y la formación en nuevos nichos de empleo sostenible.
  7. Más justicia global y ecológica. Situar al final de legislatura la presión fiscal y la fiscalidad verde en la media de la eurozona (de 38,7% a 42,2% y de 1,8% a 2,4%, sobre el PIB, respectivamente), poner coto a la evasión y elusión fiscal de grandes grupos y patrimonios y gravar de manera permanente los beneficios extraordinarios.
  8. Democracia ambiental y gobernanza. Mantener una vicepresidencia ambiental en el Gobierno, que cuente con poder y recursos necesarios para influir de manera efectiva en todas las políticas y decisiones gubernamentales.
Un tractor vertiendo plaguicidas en un campo.

Un tractor vertiendo plaguicidas en un campo. / pixabay

Una vida sana

  1. Garantizar el derecho a un aire limpio. Impulsar una revisión ambiciosa de la normativa de calidad del aire, que establezca como nuevos valores límite a alcanzar en 2030 los estándares de calidad del aire de la OMS, incluyendo valores límite de protección de la salud y de la vegetación para el ozono troposférico, el contaminante que afecta a más población y territorio en el Estado español.
  2. Una alimentación sana, sostenible y accesible. Garantizar el acceso a una alimentación sana y sostenible, basada productos agroecológicos, implementando políticas de fiscalidad diferenciada a los productos ecológicos, estableciendo ayudas específicas a población vulnerabilizada.
  3. Frenar la contaminación química. Apoyar la propuesta de la Comisión Europea de Reglamento de Uso Sostenible de Plaguicidas, estableciendo una reducción vinculante de al menos el 50% tanto en uso como en riesgo de los plaguicidas (productos fitosanitarios), en base a criterios basados en la toxicología de cada una de estas sustancias.
  4. Más recursos con residuo cero. Aprobar sin dilación el Plan de Prevención de Residuos establecido por ley, incluyendo medidas para avanzar hacia la eliminación de productos de un solo uso con fuerte impacto ambiental, para combatir la toxicidad de los productos implementando la prohibición de ftalatos y bisfenol A en los envases, especialmente alimentarios.
  5. Y la felicidad, ¿para cuándo? (a modo de corolario). Desarrollar planes de salud y medio ambiente para combatir el déficit de naturaleza, la ‘eco ansiedad’ y la soledad, fortaleciendo la sanidad pública con planes de salud mental y salud de la naturaleza en los centros de atención primaria.

Informe de referencia: https://seo.org/wp-content/uploads/2023/07/Programa-tierra-2023.pdf