Fauna en peligro

Denuncian el "genocidio" de grandes simios

La corrupción de autoridades militares, policiales, judiciales, de vida silvestre y aduaneras aviva el tráfico ilegal de gorilas, chimpancés, orangutanes y bonobos

Bebé chimpancé enjaulado.

Bebé chimpancé enjaulado. / Agencias

Ramón Díaz

Ramón Díaz

"Bosques vacíos. Cómo la política, la economía y la corrupción avivan el tráfico de grandes simios" es el acusador titular de un demoledor informe elaborado por el investigador independiente Daniel Stiles, en el que denuncia el "genocidio" de grandes simios (gorilas, chimpancés, orangutanes y bonobos), que son capturados "unos para el comercio ilegal y otros para la venta de su carne y derivados".

El informe, del que se ha hecho eco Pedro Pozas Terrados, director ejecutivo de Proyecto Gran Simio, en el artículo "Grandes simios: un tráfico silenciado", pone el dedo en la llaga cuando acusa a los organismos internacionales responsables del control del tráfico de especies de no hacer "nada".

Stiles afirma que los santuarios de grandes simios en África se han visto inundados con "recién llegados, rescatados del daño colateral del comercio de animales silvestres y el tráfico ilegal dirigido a abastecer el comercio de mascotas exóticas y el creciente aumento de zoos comerciales".

Pozas habla también –una vez más– de "genocidio silenciado de las poblaciones en libertad de grandes simios", sin que "a nadie parezca importar la situación de sus poblaciones en libertad a pesar de nuestro parentesco, acercamiento genético y su inclusión taxonómicamente en nuestra propia familia".

Lleva años abogando por la necesidad de controlar las redes sociales, ya que el tráfico de especies se ha extendido por ellas.

'Bua Noi', la última gorila cautiva en Tailandia.

'Bua Noi', la última gorila cautiva en Tailandia. Lleva 30 años enjaulada en un centro comercial. / CORDON PRESS

Denuncia que la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) tiene una "gran laguna", al permitir el comercio de especies protegidas si han nacido en cautividad", por la facilidad de que los documentos son "falseados", incluyendo especies capturadas en libertad como nacidas en cautividad.

El "blanqueo" se realiza tanto en los países donde se capturan los animales como en los de destino, tal y como denuncia Stiles y recoge Pozas.

Riesgo para la salud humana

El tráfico de grandes simios implica un enorme riesgo para la salud humana, ya que la mayoría de las importaciones ilegales se realizan sin inspecciones ni certificados sanitarios veterinarios o médicos, lo que eleva considerablemente el peligro de introducir enfermedades zoonóticas, bien por contagio a los de su misma especie en el lugar de destino o a los humanos dado el acercamiento genético, tal y como expone Stiles.

"El negocio es muy rentable y se ha disparado considerablemente en los últimos años. Los exportadores exigen a los compradores por un chimpancé sin papeles CITES la cantidad de 50.000 dólares y 100.000 dólares con permiso CITES falsificado. El precio de exportación de un gorila bebé puede alcanzar los 250.000 dólares", recoge el artículo de Pozas, publicado en la Agencia Internacional de Prensa Pressenza y en la web de Proyecto Gran Simio (https://proyectogransimio.org/).

Chimpancés dentro de una jaula.

Chimpancés enjaulados. / Sylvain Cordier

Stiles denuncia que en algunos países los intereses políticos y económicos de gobiernos corruptos y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, facilitan el comercio ilegal y dificultan las acciones efectivas para detenerlo.

El soborno, impulsado por tramas organizadas, está a la orden del día y ceden a él autoridades militares, policiales, judiciales, de vida silvestre y aduaneras. Y los principales traficantes de simios continúan operando con impunidad, pese a que las autoridades saben quiénes son.

"Incluso organizaciones internacionales dedicadas a la conservación de la vida silvestre no están libres de intereses políticos y económicos que impiden el éxito de los esfuerzos de mitigación del tráfico, particularmente en el caso de los grandes simios", añade.

Ponen nombres y apellidos a esas entidades: CITES, la Asociación de Supervivencia de los Grandes Simios de las Naciones Unidas (GRASP) y la Sección de Grandes Simios del Grupo de Especialistas en Primates de la UICN/SSC. Según Pozas, las tres han fracasado en la lucha de proteger a los parientes más cercanos del ser humano.

Un DNI para cada simio cautivo

Tampoco ayudan a proteger a los grandes simios los censos poblacionales, que no son reales, sino realizados mediante estimaciones, en ocasiones muy por lo alto.

Una gorila y su hijo.

Una gorila y su hijo. / pixabay

"Desde 2020, y especialmente con la llegada de la pandemia, los informes de capturas de chimpancés, bonobos y gorilas para exportación y rescates han aumentado. Sin embargo, las agencias gubernamentales, las ONG y el sistema de la ONU han sido deficientes en registrar e informar todas las incautaciones realizadas", lamenta Pozas.

"No existe una base de datos centralizada operativa que coteje los informes gubernamentales oficiales y no oficiales no gubernamentales sobre las incautaciones comerciales ilegales de grandes simios", añade

Un problema añadido p es que el tráfico de grandes simios se ha vuelto más organizado con el tiempo. "Ahora involucra a bandas de cazadores furtivos dirigidas por comerciantes y sus intermediarios que organizan la caza furtiva, la captura y el transporte de simios jóvenes del bosque a los centros urbanos para su exportación, lo que a veces incluye el movimiento transfronterizo a través de África", señala Pozas en su artículo. 

La captura de crías de grandes simios suele requerir la matanza de la madre y de los simios mayores que se encuentren en las inmediaciones (entre cinco a quince individuos habitualmente). Algunos animales mueren durante las cacerías y otros más tarde, como consecuencia de las heridas, enfermedades o malos tratos.

"Los gorilas bebés son particularmente difíciles de mantener con vida después de la separación de la madre. Las estimaciones indican que mueren entre cinco y diez grandes simios por cada uno capturado", indica Pozas.

Un grupo de chimpancés.

Un grupo de chimpancés. / pixabay

El informe de Stiles concluye que romper las redes de tráfico de grandes simios requeriría "los esfuerzos concertados de las instituciones nacionales e internacionales responsables tanto de la aplicación de la ley sobre la vida silvestre como de la conservación de los grandes simios".

Pero, el primer paso sería reconocer el tráfico ilegal de grandes simios como un problema. Y, a continuación, adoptar medidas como "una declaración de Naciones Unidas por los derechos de los grandes simios", "medidas policiales urgentes para atajar la venta por las redes", una reunión urgente de CITES para abordar la falsificación de permisos, y dotar a cada gran simio en cautividad de su DNI propio, con su huella dactilar para evitar falsificaciones.

Artículo de Daniel Stiles: https://globalinitiative.net/wp-content/uploads/2023/04/Daniel-Styles-Empty-Forests-live-great-ape-trafficking.April2023.pdf

Artículo de Pedro Pozas: https://www.pressenza.com/es/2023/06/grandes-simios-un-trafico-silenciado/