Movilidad sostenible

Éxito del primer todoterreno movido por placas solares: 1.000 kilómetros a través del Sáhara

El Stella Terra alcanza los 145 kilómetros por hora y ha sido diseñado por técnicos holandeses

El elevado coste de fabricación de los paneles de alta eficiencia, principal obstáculo

Éxito del primer todoterreno movido por energía solar

Éxito del primer todoterreno movido por energía solar / Agencias

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

Los coches impulsados por energía solar existen desde hace tiempo, pero, en realidad, solo en un nivel experimental y meramente anecdótico. Pero esto podría cambiar muy pronto gracias a los avances que experimenta la tecnología. Un coche todoterreno (eléctrico, por supuesto) impulsado exclusivamente por paneles solares colocados en su carrocería ha logrado completar un recorrido de 1.000 kilómetros a través de Marruecos y el Sáhara.

El biplaza Stella Terra, diseñado por estudiantes de la Universidad Tecnológica de Eindhoven (Países Bajos), logró completar recientemente este desafío con éxito al atravesar una amplia variedad de paisajes, circulando por caminos y vías rurales, fuera de las autopistas convencionales, y poniendo a prueba el rendimiento real de un automóvil como este. La conclusión es que la tecnología está ya lo suficiente madura como para afrontar este nuevo horizonte de movilidad.

El automóvil alcanza una velocidad máxima de 145 kilómetros por hora, pesa sólo 1.200 kilos y tiene una autonomía de al menos 710 km en un día soleado.

Imagen del vehículo

Imagen del vehículo / Agencias

El equipo Solar Team Eindhoven, responsable de este proyecto, señaló que la tecnología utilizada, que complementa una estructura de paneles solares altamente eficientes, está una década por delante de cualquier otro producto parecido que exista en el mercado.

Stella Terra es un vehículo diseñado para tener las prestaciones de un todoterreno, pero sin dejar de ser lo suficientemente eficiente y liviano como para funcionar con energía solar. Por ello, los técnicos de este equipo tuvieron que diseñar desde cero casi todos los componentes del automóvil, desde la suspensión hasta los inversores para los paneles solares.

El coche contiene una batería recargable de iones de litio (Li), que también le permitiría operar en climas menos soleados, aunque en distancias más cortas. El nivel de energía proporcionado por los paneles solares del coche es tal que también puede proporcionar suficiente electricidad para cocinar mediante algún dispositivo enchufable o cargar teléfonos móviles o cámaras.

El vehículo, circulando durante la prueba

El vehículo, circulando durante la prueba / Agencias

La prueba que duró una semana y media y se desarrolló en los secos y agrestes paisajes del norte de África, desde Tánger hasta el Sahara. Durante todo ese tiempo solo se produjo una avería en la dirección del vehículo, que pudo ser solucionada rápidamente.

 “Esperamos que esto pueda ser una inspiración para que los fabricantes de automóviles como Land Rover y BMW la conviertan en una industria más sostenible. En realidad, el coche era muy cómodo en condiciones todoterreno, ya que es muy ligero y no se atasca”, señalaron los responsables de la iniciativa, una vez concluida la prueba.

El convertidor diseñado ex profeso para los paneles solares del automóvil tenía una eficiencia del 97% a la hora de convertir la luz solar absorbida por sus células fotovoltaicas en carga eléctrica. Por ello, el Stella Terra resultó ser un tercio más eficiente de lo que se había previsto inicialmente.

Britt van Hulst, de 21 años, directora financiera del proyecto, dijo al diario británico The Guardian que aún quedaba trabajo por hacer antes de que el diseño pudiera salir al mercado, pero que ofrecía una vía para que los grandes fabricantes de automóviles exploraran.

Elevado coste económico

El mayor desafío para los diseñadores que buscan construir automóviles impulsados por energía solar es la superficie limitada en la que ubicar los paneles.

El Stella Terra, junto a técnicos que participaron en su diseño

El Stella Terra, junto a técnicos que participaron en su diseño / Agencias

Sin embargo, el mayor obstáculo es el económico. Las placas capaces de generar suficiente energía para impulsar vehículos a larga distancia tienen elevados costes de fabricación. Los paneles más eficientes del mercado alcanzan en la actualidad alrededor del 45% de eficiencia, pero la mayoría de placas convencionales tienen una eficiencia de entre el 15% y el 20%.

De hecho, el coste de fabricación parece haber sido un factor determinante en el fracaso del último intento de Atlas Technologies, una filial de Lightyear, con sede en los Países Bajos, de entrar en el mercado del automóvil. El año pasado, la empresa tenía la intención de producir coches eléctricos solares, cuyo precio de venta al por menor debía ser de 500.000 euros, pero la empresa anunció su quiebra por falta de pedidos, añade el mismo diario.

Desde entonces, la compañía ha resurgido con un nuevo modelo que costaría 40.000 dólares por vehículo con una autonomía de más de 600 kilómetros en cada recarga.

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