Sorpresa biológica

Encuentran ratones viviendo en un ambiente imposible y propio de Marte

Han sido hallados en cumbres de 6.000 metros de altura de los Andes, donde supuestamente no pueden vivir los vertebrados

Ratón orejudo, que vive en un ambiente imposible, propio de Marte

Ratón orejudo, que vive en un ambiente imposible, propio de Marte / marcial quiroga carmona

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Ambiente frío, seco y pobre en oxígeno. Así son las condiciones que se encuentran en los volcanes de la cordillera de los Andes situados a más de 6.000 metros de altitud. El lugar en el que se erigen estas montañas es tan inhóspito que ha sido seleccionado por la NASA como terreno de pruebas para los astronautas que viajarán a Marte. Pero incluso tratándose de un lugar tan poco apacible –y recomendable– para la mayoría de los seres vivos, para otros animales se ha convertido en su plácido hogar.

En un estudio publicado en Current Biology, un grupo de montañeros y científicos estadounidenses han demostrado que los ratones orejudos, muy comunes en esta zona situada entre Chile y Argentina, son capaces de sobrevivir en climas extremos "similares a los de Marte". En concreto, Jay Storz, de la Universidad de Nebraska y el alpinista Mario Pérez, hallaron en las cumbres de los volcanes ratones vivos de esta especie.

Todos los especímenes encontrados pertenecían al grupo de ratones orejudos (Phyllotis vaccarum), un pequeño roedor de apenas 23 centímetros que habita en los Andes. Hasta ahora se sabía que eran una especie muy robusta, adaptada a vivir a las inclemencias de la cordillera andina, pero se desconocía hasta qué punto.

Cordillera de Los Andes

Cordillera de Los Andes / Agencias

“Todo empezó cuando vimos el video que hizo un andinista en el volcán Llullaillaco. Allí se había encontrado un ratón que correteaba”, rememora Pérez, que recuerda que en 2020 se pusieron sus mochilas y sus botas de montaña para inspeccionar el lugar.

El vertebrado que vive a mayor altura

Con temperaturas bajo cero durante todo el año, sin lluvias recurrentes y una cantidad de oxígeno disponible de apenas el 44%, la cima del volcán Llullaillaco, que se erige entre Chile y Argentina a 6.739 metros de altitud, es uno de los lugares más inhóspitos del planeta. Pero sus condiciones extremas no han sido suficientes para acabar con el ratoncillo orejudo encontrado por estos dos investigadores. Un pequeño roedor que ahora se ha convertido en el vertebrado que vive a más altura del planeta.

Los investigadores decidieron entonces realizar una búsqueda más amplia y sistemática en las cumbres de 21 volcanes de la cordillera andina. Dentro de ese total, 18 tienen más de 6.000 metros de altura. En total, han encontrado los 13 ratones momificados que pudieron habitar a esa altura. En algunos casos, también había restos óseos de otros muchos ratones.

Ratón orejudo amarillento

Ratón orejudo amarillento / Marcial Quiroga Carmona

"Sorprende que cualquier animal, y más aún un mamífero de sangre caliente, pueda sobrevivir y funcionar en ese entorno", revela Jay Storz. Aunque se habían encontrado cadáveres de ratones en los picos andinos entre 1970 y 1980, la hipótesis siempre fue que estos pequeños animales habían llegado hasta allí como ‘polizones’ junto a los incas.

“Los arqueólogos habían encontrado animales momificados cerca de los sitios ceremoniales de los incas en los volcanes y se había especulado que quizá los llevaban como parte de ceremonial o en fardos de leña como pasajeros involuntarios”, revela el investigador.

De hecho, “incluso en la base de los volcanes, los ratones viven en un ambiente marciano extremo”, tal y como afirma Storz, que insiste en que en las cumbres “se está como si fuera el espacio exterior”.

Llegaron ellos solos hasta allí

Sin embargo, este nuevo estudio acaba con la creencia popular de su introducción por los incas y ofrece una evidencia mucho más sorprendente: los ratones alcanzaron las cumbres por sí solos y, contra todo pronóstico, continúan asentados allí.

“Los alpinistas bien entrenados pueden tolerar elevaciones tan extremas durante un ascenso a la cumbre de un día, pero el hecho de que los ratones vivan realmente a tales elevaciones demuestra que hemos subestimado las tolerancias fisiológicas de los pequeños mamíferos”, resalta Storz en un comunicado. “Cuando mi compañero de escalada y yo empezamos a buscar en el resto de las rocas, encontramos siete momias más en la misma cumbre” del volcán Salín, recordó Storz.

Tras este hallazgo, el siguiente paso es saber cómo es posible que estos mamíferos puedan vivir en un ambiente tan extremo. “Ahora estamos haciendo experimentos en el laboratorio sobre cuáles fueron las adaptaciones que les permiten sobrevivir en ese ambiente”, adelanta Storz, que recuerda que “no hay registros de plantas a más de 6.000 metros en ese ambiente” pero sí bacterias, por lo que no descarta que haya “otros seres vivos” en las inhóspitas montañas andinas.

Estudio de referencia, en este enlace.

..............

Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es