Calentamiento global

Pine Island: el gran glaciar antártico que lleva décadas derritiéndose

•       Se encuentra en un proceso de retroceso irreversible desde hace casi 80 años

•       Los investigadores temen que el cambio climático acabe por derretirlo del todo, con la consiguiente subida del nivel del mar en todo el planeta

El glaciar Pine Island ya no volverá a ser el mismo

El glaciar Pine Island ya no volverá a ser el mismo / ESA

Verónica Pavés

Verónica Pavés

El glaciar de Pine Island, en la Antártida, está en retroceso. Y no es un glaciar cualquiera: es enorme y con gran capacidad para influir en la subida del nivel del mar. A causa del cambio climático, este glaciar no ha podido recuperar su volumen original ni en los inviernos más fríos de los últimos 80 años. Es el presagio de lo que ocurrirá con las demás formaciones heladas del planeta.

El deshielo de los glaciares es uno de los impactos del cambio climático que más preocupa a la comunidad científica, especialmente porque la dimensión que adquirirán sus consecuencias es aún un misterio. Uno de los efectos más notorios es la subida del nivel del mar, que amenaza con inundar grandes áreas costeras y provocar el desplazamiento de millones de personas al destruir infraestructuras, ciudades y tierras de cultivo en muchos lugares del planeta. Pero también reduce la cantidad de agua dulce disponible para uso humano y acelera la pérdida de biodiversidad.

Esquema de la erosión del glaciar Pine Island

Esquema de la erosión del glaciar Pine Island / nature

La comunidad científica lleva por ello décadas intentando desentrañar, a través de modelos matemáticos, cuáles de estas estructuras han superado ya el punto de no retorno. Es decir, el momento en el que los glaciares no pueden recuperar su densidad y comienzan un lento e inexorable declive en forma de progresivo derretimiento.

Sin embargo, estos modelos muchas veces han demostrado ser poco certeros. De ahí que un grupo de científicos ingleses se haya preguntado qué ocurriría si añadiera un ingrediente más en esta ecuación: la observación directa a través de satélites.

Es así como se ha confirmado, por primera vez en la historia, que el glaciar Pine Island lleva tiempo derritiéndose. En concreto, según los datos obtenidos, experimentó un retroceso rápido e inestable en algún momento entre los años 1940 y 1970, lo que inauguró una pérdida irreversible de hielo a lo largo de décadas. En la actualidad, este glaciar es responsable del 25% del derretimiento de la Antártida.

Ubicación del glaciar, dentro del recuadro

Ubicación del glaciar, dentro del recuadro / Agencias

Lo que desencadenó este deshielo histórico fue un episodio de altas temperaturas marinas que se adentró hasta el área del glaciar Pine Island. Pine Island no es el mismo desde entonces. El retroceso se estabilizó gracias a la topografía del lecho rocoso bajo el Mar de Amundsen, que permitió que el hielo pudiera consolidarse de nuevo bajo el mar. Eso sí, con una densidad menor y con varios metros de diferencia.

Un punto clave en la Antártida

Pine Island y su vecino Thwaites se consideran el "punto más vulnerable" de la capa de hielo de la Antártida occidental. No en vano, conforman una de las salidas de hielo que fluye más rápido en la Antártida occidental y ha contribuido más al aumento medio global del nivel del mar en las últimas décadas que cualquier otro glaciar antártico.

Según los resultados del estudio, publicado en Nature Climate Change, durante los años 1940 y 1970, el glaciar se desprendió del fondo marino. Cómo consecuencia de un periodo de alta temperatura del mar, el glaciar experimentó un rápido retroceso hasta que se volvió a anclar en una parte menos profunda del fondo marino en 1980.

Campamento instalado sobre el glaciar Pine Island

Campamento instalado sobre el glaciar Pine Island / wikipedia

Si bien parece que el glaciar ha dejado de perder masa y se ha estabilizado, los resultados de este estudio indican que ya a principios de la década de 1970 el glaciar se había derretido hasta un punto de no retorno, es decir, que nunca podrá recuperar ni su masa ni su posición originales, ni siquiera durante los años más fríos de las últimas décadas. Por tanto, los investigadores confirmaron que este proceso es ya irreversible.

Y es que los científicos aprovecharon el modelo que habían creado para predecir también el porvenir de este glaciar. ¿El resultado? El cambio climático le llevará a sufrir nuevos períodos de rápido retroceso, a menos que se suprima la quema de combustibles fósiles y, por tanto, se limite el calentamiento global.

“Las implicaciones para el futuro son claras. Lo que sucedió en el pasado puede volver a suceder en el futuro”, lamenta Brad Reed, uno de los firmantes del artículo publicado en Nature Climate Change, y responsable del modelado del glaciar de la Universidad de Northumbria (Reino Unido).

"Si bien la fase de deshielo parece haber acabado, no podemos descartar una pérdida de masa similar en un futuro próximo y no debemos arriesgarnos a sufrir las consecuencias asociadas con esta pérdida masiva de hielo”, añadió.

“Esta herramienta con la que hemos conseguido modelar cambios pasados para describir el momento en el que el glaciar llegó a su punto de no retorno es vital para hacer predicciones futuras", explica el investigador. 

Estudio de referencia: https://www.science.org/doi/10.1126/science.abq6872

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