Crisis ecológica

Ciudad de México se hunde 50 centímetros cada año… y es culpa de los españoles

La extracción de agua en el lago sobre el que se asienta la ciudad desencadenó en el siglo XVI un proceso irreversible de degradación

La ciudad de México se hunde medio metro al año

La ciudad de México se hunde medio metro al año / Agencias

Verónica Pavés

Verónica Pavés

La ciudad de México se hunde 50 centímetros cada año. Es una cifra importante, y más si se tiene en cuenta que esta urbe lleva más de 100 años sufriendo un proceso que, a día de hoy, es ya irreversible.

Con una población de más de 21 millones de personas, Ciudad de México es la undécima área metropolitana más grande del mundo y la mayor de América del Norte. Más del 70% de su agua potable proviene de acuíferos subterráneos ubicados en toda la cuenca. Y es precisamente la búsqueda de agua lo que está ocasionando su hundimiento.

Pero no es un proceso nuevo. Sin embargo, en los últimos años este hundimiento se ha acelerado hasta alcanzar el ritmo de medio metro al año, según destaca un nuevo estudio publicado en Advancing Earth and Space Science.

La desecación del lago en el siglo XVI

México se asienta sobre la ciudad azteca de Tenochtitlán y el lago Texcoco, un sistema en el que confluye tanto agua dulce como salada. Los aztecas construyeron diques para separar el agua dulce de la salada y detener así las inundaciones, pero estos elementos fueron destruidos durante el asedio por parte de los españoles en el siglo XVI. Los conquistadores drenaron el lago, dejando tan solo una pequeña parte de él.

Recreación de la antigua ciudad de Tenochtitlán y el lago donde se hallaba

Recreación de la antigua ciudad de Tenochtitlán y el lago donde se hallaba / Agencias

Fue así como, poco a poco, México empezó a hundirse. A lo largo del siglo XX apenas lo hacía 9 centímetros al año, pero a finales de la década de 1950, esa cifra se elevó hasta los 29 centímetros. Fue entonces cuando se decidieron aplicar las primeras medidas estrictas, como prohibir perforar el suelo en el área para sacar agua, en un intento de revertir la situación. El ritmo de hundimiento regresó a los 9 centímetros previos y los mexicanos cantaron victoria. Pero lo hicieron demasiado rápido.

Hace apenas dos décadas, la ciudad aceleró su hundimiento, hasta el punto en que en los últimos 20 años México se ha hundido 10 metros, a razón de 50 centímetros al año.

Para comprobarlo, el equipo revisó 115 años de datos de nivelación del terreno combinados con 24 años de cálculos realizados por interferometría (con radares InSAR) y otros 15 años de datos de GPS. “Con estos datos se ve que no existe una deformación elástica significativa, lo que demuestra que el hundimiento es casi completamente irreversible”, resaltan los investigadores en el artículo, donde advierten que el peso de la ciudad y los cimientos poco profundos hace que el suelo se compacte. Hasta ahora las capas de sedimentos que duermen bajo la ciudad se han comprimido un 17% y se espera que llegue al 30% en 150 años.

Imagen de la ciudad de México

Imagen de la ciudad de México / wallpaper

Aún se hundirá 30 metros más

Eso último supondrá que la ciudad descenderá otros 30 metros más hasta mediados del siglo que viene. “Estas tasas de hundimiento persistirán a menos que los niveles del agua vuelvan a subir a profundidades poco profundas”, relatan los investigadores. Sin embargo, e incluso si el nivel del agua aumentara, “no hay esperanzas de recuperar la posición original de la ciudad ni la capacidad de almacenamiento perdido del acuífero”, escriben los investigadores.

Pero no toda la ciudad se está hundiendo al mismo ritmo. El Centro Histórico, por ejemplo, es de los sectores más afectados. Los efectos de este fenómeno se aprecian ya en ciertos inmuebles con alto valor arqueológico e histórico, pues se han visto agrietados y desnivelados significativamente en los últimos años.

En la zona noroeste de la ciudad, sin embargo, donde la urbanización todavía no está tan desarrollada como en otros sectores, el hundimiento es mucho menor que en zonas más densamente pobladas.

La situación preocupa a los investigadores, pues no es fácil conseguir agua en la capital mexicana. De ahí que los autores también señalen que entre las políticas de la ciudad deberían figurar maneras alternativas para la obtención de agua.

Estudio de referencia: https://agupubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1029/2020JB020648

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