Clima mundial

‘El Niño’ se ralentiza y llega ‘La Niña’: ¿Cuáles serán sus efectos?

Los expertos ya otorgan un 68% de probabilidades de que el enfriamiento de las aguas del Pacífico llegue al inicio de este verano

J. L. Ferrer/Redacción

El fenómeno de El Niñoiniciado en 2023 y que tiene como consecuencia general un calentamiento del clima está tocando a su fin. Todavía permanecerá activo en los próximos meses, pero cada vez con menor intensidad, según coinciden en afirmar los expertos. Nos dirigimos hacia un periodo neutro, que irá seguido de una nueva fase de La Niña, el fenómeno opuesto a El Niño.

Tal y como explica el meteorólogo Mario Picazo en el portal el tiempo.es, para esta primavera se espera que el Pacífico ecuatorial, que es allí donde habitualmente más se nota El Niño en la temperatura del agua, tenga condiciones neutras. Pero con el inicio del verano se espera que empiece a gestarse La Niña, siguiendo el habitual ciclo de alternancia entre ambos fenómenos climáticos.

Enfriamiento del agua en el Pacífico

La Niña se caracteriza por todo lo contrario a El Niño, es decir, supone un enfriamiento del agua en el Pacífico ecuatorial, lo cual, a su vez, altera los patrones climáticos mundiales.

“Aunque El Niño y La Niña son procesos naturales en sí mismos, se desarrollan en un mundo cada vez más cálido”, afirma Picazo, hecho que complica las predicciones sobre la evolución de estos fenómenos.

Según ha anunciado la Administración Nacional de los Océanos y la Atmósfera (NOAA), con fecha de 8 de febrero, la probabilidad de que La Niña prevalezca en el periodo de julio a septiembre es del 68%. Se trata de un porcentaje de seguridad bastante elevado, lo que consolida la predicción sobre la formación de este fenómeno.

Ahora bien ¿qué supondrá la llegada de La Niña? Uno de los indicios más claros de llegada de La Niña es la intensificación de los huracanes en el Atlántico, al afectar el comportamiento de los vientos en esta parte del planeta. Es lo contrario de lo que sucede con El Niño, que suele restringir la formación de tormentas tropicales, explica Picazo.

Asimismo, modifica los patrones de precipitación y temperatura en numerosas zonas del planeta, sobre todo en las que están más cerca del Océano Pacífico. De hecho, durante el último periodo de La Niña, que abarcó 2020 y 2022, hubo muchas más tormentas tropicales y huracanes en el Atlántico de lo normal.

En cambio, en Europa no es fácil apreciar una influencia tan clara de La Niña en su régimen de temperaturas. Según algunos estudios, puede generar tiempo más seco en el oeste de la Península Ibérica, aunque no se trata de una regla fija.

En todo caso, es muy difícil saber qué comportamiento exacto tendrá la nueva Niña que se avecina, pues no hay dos episodios idénticos, ni en duración ni en intensidad, afirman los expertos. 

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