No hubo partido ante el Rayo Vallecano, pero sí alineaciones oficiales. El club las repartió como de costumbre minutos antes del arranque previsto. Y es que fue a última hora cuando se decidió la suspensión, motivo por el que el árbitro dio la orden a los dos equipos de que fueran calentando, algo que resultó imposible por la fuerte lluvia. Las hojas con los onces iniciales de Muñiz y Baraja, sin embargo, dejaron al descubierto cuáles eran sus intenciones. Por un lado el técnico granota prescindió otra vez de Espinosa. Por el otro, el rayista prefirió a Javi Guerra en vez de Manucho para jugar en la punta de lanza.

La principal novedad en el once del Levante iba a ser la presencia de Saveljich en el eje de la zaga. Se trataba de uno de los movimientos en los que se había insistido durante la semana debido a las molestias de Postigo en el bíceps femoral de la pierna derecha y al que por precaución Muñiz dejaba en el banquillo. Con muy pocos minutos pese a la apuesta de su fichaje, el argentino con pasaporte montenegrino iba a formar pareja con el intocable Chema y los habituales Pedro y Toño. La principal noticia de la alineación, sin embargo, fue que Espinosa seguía en el banquillo. El regreso del talaverano al once estaba cantado tras los problemas ofensivos de las últimas jornadas y no en vano había sido uno de los cambios en los que más se había trabajado durante la semana en la Ciudad Deportiva. Sin embargo, es indudable que el intangible de las condiciones meteorológicas jugó en su contra. En el caso de haberse disputado el partido con un campo encharcado, sus características en absoluto se presumían como las más idóneas. Por ese motivo la apuesta de Muñiz iba a ser mantener el mismo bloque, en especial en el centro del campo con el músculo de Jefferson Lerma y Natxo Insa.

La continuidad en el equipo con la excepción de Saveljich significaba también que Morales, pese a estar en el ojo del huracán por su momento bajo de forma, volvía a salvar el corte. En ese sentido la confianza de Muñiz es a prueba de bombas. Y es que el técnico no quiere perder al Comandante de ninguna manera aun siendo consciente de puertas para adentro de que no está fino. Lo cierto es que con la lesión de Montañés se han reducido mucho las alternativas en las bandas más allá de los titulares Jason y Morales. Sobre todo si se tiene en cuenta que por la mañana el descarte técnico de la convocatoria había sido el setabense Rubén García, uno de los recursos para las segundas mitades, también condicionado por las consecuencias de la tromba de agua que además fue en aumento.