"Xavi e Iniesta nos inspiraron a todos"

Nicolò Barella forma parte de esa generación de de jóvenes centrocampistas que se criaron contemplando la supremacía del centro del campo de la Selección Española de Luis Aragonés y Vicente Del Bosque. El futbolista sardo tenía 20 años cuando la generación de oro del fútbol español tocó su última sinfonía, precisamente contra Italia, en la final de la Eurocopa de 2016. Aquella derrota fue un golpe en el orgullo italiano, que venía de tumbar a Alemania y hacer soñar a todo el país transalpino. El jugador del Inter de Milán, lejos de revanchismos, se deshizo en elogios hacia Xavi Hernández y Andrés Iniesta, los arquitectos de la mejor España de la historia: «Nos inspiraron a todos. A todos los que aman el fútbol», explicó en la previa del partido.

El centrocampista, natural de la isla de Cerdeña, viene de hacer su mejor temporada en el fútbol profesional a las órdenes de Antonio Conté, quién le ha exprimido gran parte de su potencial. Barella, si bien amante del fútbol de Xavi e Iniesta, no se compara con ellos: «Mis características son distintas. En Italia Marco (Verratti) y Jorgihno marcan los ritmos, yo ataco más la profundidad», señaló el ‘18’ de los italianos. Y es que Barella ha roto el molde cerca del área, con un colchón de seguridad de dos centrocampistas por detrás o como interior largo en un trivote, siempre liberado para llegar al tercio final. Entre líneas combina, asiste y dispara. 3 goles y la friolera de 13 asistencias con el Inter en la 20-21 avalan a un centrocampista determinante en la última fase del juego, complemento en la elaboración, pero no su principal responsable. Un trequartista versión moderna, más presencia, más disciplina y menos adorno.

No se olvida de Busquets

Las alabanzas de Barella al histórico centro del campo español van más allá de sus dos principales malabaristas. «Sergio Busquets lleva años entre los mejores del mundo», explicó. El pivote barcelonista ha sido un jugador fundamental en el paso al frente del combinado de Luis Enrique. Desde que regresó a la concentración de su aislamiento por COVID, el juego de España ha mejorado especialmente en fase de salida y en velocidad de transición.

El ‘5’ español está, posiblemente, ante uno de sus últimos grandes torneos y está cumpliendo con nota. De hecho, es el sexto futbolista con más pases completados (225) y el quinto con más recuperaciones (19) del equipo a pesar de no haber jugado dos de los seis encuentros. Su trayectoria como internacional arrancó en aquella España que tomó con elegancia el gobierno del fútbol europeo y hoy resiste como último mohicano de la generación dorada.

A pesar de que el enaltecimiento de la medular de La Roja campeona es constante, Barella no pierde la oportunidad de dejar una advertencia: «España contaba con grandísimos campeones. Aquí tenemos a grandes jugadores, esperemos hacer como ellos o incluso mejor». El interista tiene presente el poso histórico de aquella generación de centrocampistas españoles, pero confía en el trabajo que están desarrollando y en las posibilidades de su equipo.