La Fórmula 1 está repleta de escuderías míticas, varias de ellas muy exitosas, y otras que han terminado por desaparecer con el paso del tiempo. No es el caso de Ferrari, que desde 1950 compite ininterrumpidamente en la competición de automovilismo más importante del mundo.

La escudería fundada por Enzo Ferrari disputó su primer Gran Premio en el Circuito de Mónaco en 1950, y desde entonces han ganado más de 200 carreras, la escudería que más se ha subido al cajón. En el caso de mundiales de constructores, Ferrari es el más laureado con un total de 16 (1961, 1964, 1975, 1976, 1977, 1979, 1982, 1983, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004, 2007, 2008). Y si hablamos de campeonatos de pilotos, son uno menos, 15: 1952 (Alberto Ascari), 1953 (Alberto Ascari), 1956 (Juan Manuel Fangio), 1958 (Mike Hawthorn), 1961 (Phil Hill), 1964 (John Surtees), 1975 (Niki Lauda), 1977 (Niki Lauda), 1979 (Jody Scheckter), 2000 (Michael Schumacher), 2001 (Michael Schumacher), 2002 (Michael Schumacher), 2003 (Michael Schumacher), 2004 (Michael Schumacher), 2007 (Kimi Räikkönen).

En ambos casos, la marca del 'Cavallino Rampante' es la que puede presumir de más triunfos, de largo. En el segundo puesto, sorprendentemente por su desempeño estos últimos años en el campeonato, es la escudería Williams, que cuenta con 9 campeonatos de constructores y siste de pilotos, todos del siglo pasado.

Reparto accionarial

Como la mayoría de grandes empresas, la propiedad está repartida en participaciones. En el caso de Ferrari no ostenta el 100% de la empresa el heredero de Enzo Ferrari, su hijo Piero. Pero, ni mucho menos es el máximo accionista. El heredero del imperio Ferrari cuenta con el 10% de la empresa que fundó y lanzó su progenitor.

Piero nació en Castelvetro di Módena en 1945, y hasta los años setenta no fue reconocido como hijo legítimo al no estar permitido el divorcio en Italia. Una curiosa historia que no impidió que el hijo siguiese los pasos del padre, convirtiéndose en ingeniero y pronto entrando en la Fórmula 1 como coorganizador.

Piero Ferrari junto a Calos Sáinz Ferrari

Hasta ahí todo bien. Pero todavía falta una buena porción del pastel de Ferrari. Un buen trozo se lo lleva la familia Agnelli. El nombre quizás sonará por ser los dueños de FIAT Chrysler, además de ser uno de los históricos propietarios de la Juventus de Turín, uno de los clubes más laureados de Italia. En este caso en el reparto accionarial aparece con el nombre del holding que lo engloba todo, Exor. La familia Agnelli controla algo más del 24% de la escudería de Maranello.

Entre otros grupos aparecen BlackRock o T. Rowe Price Associates, que junto al resto de accionistas amasan más del 50% de la exitosa escudería transalpina.

La relación entre Ferrari y el fútbol

Más allá de los lujosos coches de los que presumen los futbolistas, existe otro vínculo entre Ferrari y la Juventus de Turín que hemos comentado antes. El presidente de la escudería Ferrari es John Elkann, un empresario italo-estadounidense que forma parte del conglomerado Agnelli, aunque no lleve el apellido.

Elkann es también uno de los responsables de Exor, que es uno de los principales accionistas de Ferrari, así como de la Juve, que siempre ha tenido una relación estrecha con el apellido Agnelli, y que desde 2010 hasta 2022 tuvo como presidente, nombrado por su sobrino Elkann, a Andrea Agnelli. El heredero de la familia aristócrata transalpina, sin embargo, dimitió de la 'Vecchia Signora' junto al director deportivo, Pavel Nedved, tras el escándalo Prisma, por el que las cebras están siendo investigadas por posible falseo de cuentas.

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Sin duda una historia que no favorece a la escudería del 'Cavalino Rampante', que lleva sin ganar un Mundial desde los tiempos de Schumacher y, a pesar de ser la marca más laureada de la Fórmula 1, atraviesa desde hace años una gran crisis deportiva.