"Es un jugador con unas magníficas condiciones, pero no sé qué pasa cuando no va a entrenar. Conozco jugadores mucho mejores que él que ahora están trabajando y se levantan muy temprano. Que tenga cuidado porque el fútbol se pasa muy rápido...". Míchel le lanzaba hace dos temporadas este dardo envenenado a Ontiveros cuando el técnico empezaba ya a estar herido de muerte en la temporada del descenso malaguista. Dos años después, con Víctor Sánchez del Amo en el banquillo del club de Martiricos —paradójicamente la relación entre los exmadridistas Víctor y Míchel siempre ha sido excelente— el taletoso extremo la ha roto y ha confirmado lo que desde hace años saben todos los técnicos que se encargan de seguir el fútbol base español, incluidos lócicamente los del Villarreal que lo seguían desde años atrás.

Ahora mismo Villarreal y Málaga ya han alcanzado un acuerdo de 7,5 millones por el talentoso pero otrora díscolo extremo marbellí.

Nacido en Marbella el 9 de septiembre del 97 (tiene 21 años), debutó en La Liga con el primer equipo malaguista el 21 de noviembre de 2015 frente al RCD Espanyol. Antes ya fue internacional Sub-17 y Sub-19 y posteriormente, en la temporada 2017/2018, fue cedido por el Málaga C.F. al Real Valladolid.

En su controvertida y exitosa trayectoria llama la atención su forma de llegar al Málaga después de tener un incidente con otro chico en la residencia del Betis. Fútbolísticamente su calidad era incuestionable y el exjugador valencianista Salva Ballesta lo subió del juvenil al At. Malagueño, filial del Málaga, pero tuvo que devolverlo al juvenil a los pocos días de que empezara a entrenarse con él porque tenía "actitudes" que no gustaban.