«Estamos pasando un momento duro, con tensión. Hay mucho tipo de pacientes. Unos llevan bien los síntomas y están bastante estables, pero por desgracia hay otros muy complicados. Se nos provocan situaciones muchas veces de estrés y ahí lo que intentamos es empatizar con ellos. Llegan lamentándose de que les cuesta mucho respirar y al margen de los tratamientos, creemos que es importante mandarles mensajes de positividad. Recientemente ingresó un paciente al que le costaba mucho respirar y se me puso a llorar cuando lo estaba atendiendo. Literalmente me llegó a decir que se quería morir. En ese momento me dio la vuelta el corazón y estuve hablando con él, tranquilizándole, empatizando con él, intentando ponerme en la situación en la que él estaba y transmitiéndole mensajes de positividad. Creo sinceramente que le alegré ese momento o le eliminé el pensamiento tan negativo, a la vez que le trasmití que para tener una buena cura lo primero es lanzarse mensajes de positividad a uno mísmo. Así todo es mucho más fácil...».

Se llama Alejandro Bartual 'Bartu', trabaja de auxiliar de enfermería en el servicio de hospitalización de Manises, es jugador del Patacona CF esta temporada y este es su testimonio. Su caso es tan solo uno más de los muchos que nos ofrece la familia del fútbol modesto valenciano y que en estos días, en su actividad laboral diaria (e incluso en algunos casos social), se está remangando para sacar adelante esta situación cuanto antes y de la mejor forma posible. No lo entienden como un acto heroico. La mayoría coincide en que es sencillamente un ejercicio de responsabilidad y a la vez su obligación. Es por ello que más allá de los gestos también loables de los jugadores de talla mundial, SUPER quiere rendir homenaje a los anónimos. A los nuestros. Son diez historias distintas, diez puntos de vista que nos van a ayudar a salir de esta situación. A todos ellos, #GraciasFamilia.

'Bartu', nuestro primer protagonista, nos desvela además cómo en el inicio de esta crisis se dirigió a sus compañeros de equipo a través del grupo de Whatsapp en el que todos interactúan: «A mis compañeros de equipo les envié un mensaje diciéndoles que lo tomasen en serio e hiciesen caso a las órdenes porque es una cosa muy grave. Por su seguridad, por la de los demás y haciéndonos un favor a la sanidad. Les pedí que saliesen lo menos posible a la calle. Por la sanidad y por la población entera...».

Rafa pide «concienciación»

Rafa Vicente es el fisioterapeuta del CD Buñol, equipo líder del grupo II de Regional Preferente que dirige Adrián Ferrandis, y nuestro segundo protagonista. Él desempeña su actividad profesional a díario también como auxiliar de enfermería en el Hospital de Manises (es compañero de 'Bartu', aunque en distinto servicio) y en su caso lo que lanza es un llamamiento a la responsabilidad: «Todos tenemos sensación de alarma, de incertidumbre. La gente está asustada y también hay falta de información. Es cierto que en la UCI de mi hospital hay gente muy fastidiada. El personal que está con ellos va con su traje de aislamiento y además en urgencias se han habilitado zonas para positivos y posibles positivos. Hay personal trabajando por y para ellos. La gente se ha de concienciar de que no ha de salir de casa». Rafa nos traslada que ahora es más necesario que nunca que ellos, los sanitarios, tengan plena disponibilidad y pone en valor los «turnos incansables» que están llevando a cabo sus compañeros en el hospital, a la vez que apela a la «concienciación» de la gente: «Esto no es una broma, es más serio de lo que imaginamos, cualquier medida es poca y entre todos podemos y debemos ayudarnos haciendo caso de las medidas de seguridad».

«Hay gente imprudente...»

Los casos de 'Bartu' y Rafa pertenecen al sector médico, pero nuestro fútbol, el valenciano, también engloba a un buen número de miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Es el caso de Andrés Furió, que es jugador del Burjassot CF y que ejerce como policía local en un municipio pequeño como es Algemesí. Además, Furió tiene a su mujer trabajando como enfermera en el hospital de Llíria. Él nos da una visión diferente a la que se tiene en las grandes urbes de los hechos y exige responsabilidad porque por desgracia ha visto en esta primera semana de confinamiento que en muchos casos brilla por su ausencia: «Es algo que parecía que no iba con nosotros, parecía muy lejano, pero ha llegado y la magnitud es grande. Se están tomando medidas, aunque quizás tarde. Mi mujer es enfermera y está en un hospital donde de momento no hay demasiados casos, pero se están preparando para un aumento notable. Los dos estamos trabajando con una situación complicada y sin embargo hay gente que no se lo termina de tomar en serio. Hay gente imprudente y nosotros hemos empezado a denunciar por desobediencia ante el estado de alarma...».

'Cuidem junts'

Sin duda alguna aquellas personas con patologías previas o con un sistema inmunitario debilitado -que suelen ser los más mayores- son las que están más expuestas a sufrir dificultades severas si se contagian con el COVID-19 y es en ese sector donde emerge nuestro cuarto protagonista, José Descalzo. Es el entrenador el CD Utiel también de Regional Preferente. Él no forma parte ni de la sanidad pública propiamente dicha ni de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, pero su caso es singular y destacable a la par. Trabaja en una residencia de ancianos. Es un sector que preocupa especialmente. En concreto es el responsable del mantenimiento en las residencias 'San Francisco' y 'San Vicente' de Manises, pertenecientes grupo 'Lares', pero además paralelamente forma parte del proyecto de voluntariado 'Cuidem junts' que se encarga de atender a ancianos sin familia. Así narra su situación: «Esta mañana hemos tenido diez visitas a diez ancianos que nos han pedido ayuda al grupo de voluntarios cuando normalmente pueden ser cinco las personas mayores que nos requieren semanalmente. Por suerte en las residencias no hemos tenido ningún caso hasta ahora ni ningún paciente sintomático, aunque sabemos que el riesgo es elevado. Estamos desinfectando constantemente y las visitas se han restringido... Con el voluntariado vamos a casa de quienes nos requieren, recogemos el dinero, les hacemos la compra y les llevamos fármacos o alimentos a sus domicilios. La semana pasada recogimos una cama de un abuelito que había fallecido y nos la donaron, y seguro que en breve la reubicaremos. No pueden a bajar a la calle. Son un blanco fácil para este virus. Yo quiero destacar la implicación del personal de nuestras residencias. Somos como una familia y los damos todo porque así es como lo sentimos...».

Donación altruista

La historia de Descalzo tiene tintes claramente solidarios que van más allá de lo estrictamente profesional, pero hay quien directamente sabe que se juega su pan de cada día en el sector médico como es el caso Carlos Ribes, incombustible capitán del CD Denia, quien desarrolla su labor profesional en su empresa privada de distribución de material médico llamada 'Dismedic Levante'. En su caso ellos son los que van a dar el paso en esta compleja coyuntura dentro de su radio de acción: «Por iniciativa propia vamos a donar material, básicamente soluciones hidroalcohólicas, a la policía de Denia y Pedreguer porque nos consta que tienen carencias. En la situación actual mi empresa lo que está comercializando son esas soluciones hidroalcohólicas, termómetros y guantes, de los cuales tenemos previsto llevar también a la Residencia 'Santa Lucía' de Denia. Nosotros somos mayoristas, pero se ha dado el caso ahora de gente particular que ha venido a la tienda a rogarnos material encarecidamente y, por la situación en la que estamos que es totalmente diferente, sí se lo hemos dispensado, que es algo que habitualmente no se hace nunca. Mascarillas hemos intentado traer pero no sabemos si nos van a paralizar la mercancía. Creemos que se bloquea y no nos podemos exponer porque somos una empresa pequeña y una operación así bloqueada puede acabar contigo...».

Suministro de alimentos

Sanidad y seguridad velan ahora mismo por todos nosotros, pero sobre todo durante el principio del confinamiento se vivió una especie de psicosis que llevó a la gente a esquilmar los supermercados (con un especial y digno de análisis furor por los rollos de papel higiénico) pensando en un posible desabastecimiento. Los hechos han demostrado hasta el momento que no ha sido así y eso se debe en buena parte a gente como Raquel Sanchis Ibáñez, nuestra primera protagonista femenina. Es jugadora del Cabanyal-Canyamelar que milita en Primera Regional VALENTA. 'Ra' (con ese apelativo abreviado se le conoce en el ámbito futbolístico), juega como mediocentro defensivo y trabaja como transportista conduciendo un camión con capacidad para 24 palets o 18.900 kilos en 'Disfrimur', una de las empresas de transporte que se encarga de abastecer a nuestra principal cadena de supermercados locales. Todos los días carga en un almacen de logística en Riba-roja y traslada el género a un supermercado en Dénia, aunque ahora con el estado de alarma su esfuerzo ha de ser mayor: «La diferencia que yo he notado básicamente es que transporto mucho más género. A lo mejor antes había jornadas que el camión iba a mitad cargar, pero estos días atrás lo estoy llevando totalmente completo. De hecho el pasado domingo no tenía que trabajar y trabajé, lo mismo me va a pasar este domingo e imagino que sucederá también en los próximos». 'Ra' pide que hagamos un ejercicio de responsabilidad, básicamente, para no colapsar la sanidad: «La gente que no tenga que ir a trabajar que se quede en casa porque creo que es la única forma de no colapsar la sanidad. Yo no estoy en supermercado, pero por lo que veo se están respetando las distancias de seguridad y se utilizan medidas como guantes y mascarillas. Hay que evitar salir y si no queda más remedio que hacerlo, eso es lo que hay que hacer».

Medios para los sanitarios

Elena Alcázar es compañera de equipo de 'Ra'. También milita en el Cabanyal-Canyamelar de Primera Regional Valenta y paralelamente ejerce como enfermera en el Hospital General de Valencia -a la vez que de podóloga- en el servicio de medicina digestiva. Antes estuvo en La Fe y pese a su juventud acumula ya una dilatada experiencia profesional en enfermería. Ella describe la situación, pero a la vez denuncia la falta de material con la que se están encontrando ante la crisis del coronavirus: «En condiciones normales nuestra sala estaría funcionando con todas las camas completas para endoscopias y colonoscopias, pero relativamente todo lo programado se ha suspendido y solo se mantiene lo que es de urgencia. En todo nuestro hospital se han habilitado tres salas ya para cuidados medios y tres más para cuidados de UCI de forma exclusiva de Coronavirus. Cabe la posibilidad de que la sala de endoscopias sea habilitada para otra UCI y nuestra sala para cuidados medios, aunque no está confirmado. Esa es nuestra realidad y nos tocar aumentar nuestra jornada laboral con más precaución aún si cabe que de forma habitual, pero tenemos las mascarillas racionadas. Nos dan una mascarilla por turno en turnos de 12 horas. En guantes no es lo mismo, hay más, pero ya nos han avisado de que si progresamos al ritmo que vamos nos darán una bata, unas gafas y un gorro para cada servicio de 12 horas, que es algo que no debería ser así. Lo que pasa es que hay escasez en material, ¿pero que sucede si cualquiera de esos artículos de protección se mancha con un resto biológico de un paciente o con fluidos? ¿Tenemos que aguantar las 12 horas con ese artículo...?». Es una realidad ahora mismo en su sector.

«Se encontrará la fórmula...»

En nuestro día a día normal, que volverá, todos estamos acostumbrados a acudir cuando nos encontramos mal a nuestro centro de salud más próximo y allí las primeras personas con las que nos encontramos son los administrativos que nos reciben y nos derivan hacia donde toca. Ángel Cerverón, nuestro octavo protagonista, trabaja en el ambulatorio de València capital de la Avenida Juan XXIII. Actualmente es el entrenador del juvenil B de At. Vallbonense, pero antes dirigió en Regional Preferente a At. Vallbonense, Quart de Poblet, SC Requena, Vilamarxant y Buñol. Las primeras personas que se encuentran los pacientes cuando llegan al centro de salud son él y sus compañeros de administración, y así es como está afrontando él la situación: «Lo que hay es una histeria colectiva. La gente tiene mucho miedo. Estoy de administrativo pero ahora me toca estar cara al público con mascarilla y a un metro de distancia, por lo que no es la atención normal la que dispensamos. La gente tiene mucho miedo porque en este asunto, al contrario que en un partido de fútbol si me permites la comparación, no sabes a quién te enfrentas. Yo he llegado agotado hoy. La gente tiene que tener tranquilidad porque se encontrará la formula para salir de esta situación, pero hay que hacer caso a la Consellería y quedarse en casa».

El detalle de una clienta

Y desde un ambulatorio de València nos trasladamos ahora hasta la farmacia Carles Fabregat en Tavernes Blanques. Allí trabaja Julia Pérez, guardameta del equipo de fútbol femenino de la localidad que milita en Primera Regional Valenta y que no tiene tapujos a la hora de admitir que esta situación lo que le está generando es, básicamente, agobio: «Ahora mismo me siento un poco agobiada porque hay bastante faena. De hecho te diría que ahora mismo no damos abasto... Mi trabajo me gusta, pero ahora nos sentimos agobiados por lo que se está viviendo. Hemos puesto líneas de seguridad en el suelo y al margen hemos limitado el aforo del local a dos personas. Nosotros además vamos con batas, mascarilla y guantes...». Julia narra una anécdota curiosa: «Una clienta que sabía que no teníamos mascarillas para vender y solo una desechable para cada trabajador se ofreció a hacernos en casa una para cada una con su máquina de coser, de tela, y que se pueden incluso lavar ... Ahora mismo lo que más me piden son mascarillas, guantes y geles hidroalcohólicos que nos van llegando, y tengo listas de espera de hasta cuatro folios». Julia aprovecha para hacer una denuncia social e intentar evitar que la gente burle el estado de alarma: «Sobre todo le digo a la gente que sean conscientes de que esto tiene que pasar, pero que también hay que tener cuidado porque detecto que mucha gente está usando la excusa de la farmacia para pasearse y además de cada diez personas, respeta la línea una. Debemos tener más cuidado...».«Tranquilidad...»

Todos y cada uno de nuestros anteriores protagonistas cumplen una función y el último de ellos pasa por ser quien se puede encargar de algo tan sencillo pero a la vez necesario como es trasladar a un paciente a un centro hospitalario. Jose Javier Jarillo es un central contudente que milita en el Juventud Barrio del Cristo. Un clásico del grupo II de Preferente. 'Jari' desempeña su actividad laboral en la Asamblea Local de Cruz Roja de Aldaia como técnico de transporte sanitario (conductor de ambulancias y vehículos adaptados) y aunque parte del trabajo lo está haciendo desde su domicilio, tiene que estar disponible por si se le requiere para cualquier transporte en cualquier momento: «El trabajo de oficina, porque aquí hacemos todos de todo, lo estoy haciendo en casa. Nosotros damos cobertura a Manises, Quart de Poblet, Aldaia, Alaquàs y Barrio del Cristo. Tenemos que estar dispuestos con toda la equipación, que básicamente son EPIs de protección. Desde Cruz Roja València nos han hecho un curso rápido y lo estamos llevando con precaución. Sobre todo hacemos seguimiento telefónico diario a las personas mayores que es donde estamos priorizando, porque además son gente que siempre tenemos... Son población de riesgo y tenemos que estar más atentos a ellos». 'Jari' también lanza un consejo que parece de los más útiles y es, sencillamente, intentar afrontar esta situación con «tranquilidad»: «Lo de quedarse en casa es prioritario para cuidarnos nosotros mismos y luego a los que nos rodean... y tenemos que tener mucha tranquilidad. Está en nuestras manos».

Ellos, los diez, representan a la perfección todo aquello que nuestro fútbol modesto como colectivo aglutina. Desde SUPER lo único que podemos decirles es #graciasfamilia y animarles a seguir. Entre todos lo vamos a conseguir y ellos lo saben mejor que nadie.