Mi hija no tiene todavía dos años pero maneja el móvil y la tablet como si lo llevara haciendo toda la vida, bueno, es que en realidad, lo lleva haciendo toda la vida. Una de las cosas que le hacen gracia es, con perdón, la caca del whatsapp, uno de esos emoticonos que todos conocemos aunque otra cosa es utilizarlo, porque se supone de mal gusto y según en qué escenarios no procede. Eso me llevó a pensar en un primer momento que quizá detrás de la vergonzosa imagen del rinoceronte en el twitter inglés del Valencia CF haya un mensaje en clave dirigido a esas nuevas generaciones que los demás somos incapaces de captar, aunque después, cuando lo borraron, ya se me fue esa idea de la cabeza y lo que pienso es otra cosa. Sí, yo he puesto chorizos y huevos en una portada, pero sigo creyendo que no todo vale para sumar unos seguidores.

Lo que también parece un mensaje aunque no tanto en clave es el de Marcelino a Batshuayi, el entrenador necesita que su delantero se centre, que no sea un problema en el vestuario y haga goles aquí lo mismo que con Bélgica. Una vez comprobado que la voluntad por reconducir el asunto existe en todas las partes, no queda más que esperar al próximo partido y al siguiente. El jugador pasó de titular a la grada en dos semanas y vamos a ver cuándo y de qué manera se produce el recorrido a la inversa, si es que llega.

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