Aitor Fernández, el portero con más paradas en la 19/20 (126), ha sido protagonista en el canal de LaLiga ofreciendo una interesante entrevista. En ella, además de valorar su momento personal, el portero analiza el mal arranque del curso granota, los objetivos de esta temporada, el mercado o la consolidación de la entidad granota en la élite del fútbol español.

El guardameta granota se ha mostrado "orgulloso" por haber sido "el portero con más paradas en la 19/20" y sobre todo por "poder ayudar al equipo para conseguir el objetivo de la permanencia". Para el de Mondragón, una de las claves es trabajar a diario y no ponerse metas a largo plazo. "Si te marcas objetivos a largo plazo dejas de ser mejor y mi objetivo es mejorar cada día. Este año intentaré llegar al nivel del curso pasado".

Eso sí, Aitor es consciente de que mantener el listón tan alto es difícil por el nivel de LaLiga, cada vez más igualada. "Quizás sea difícil superar las paradas del año pasado, pero yo no tengo dudas de que seré mejor portero y veré más cosas en el terreno de juego. Y ese es mi objetivo", asegura.

¿Mercado? Siempre quiso estar en el Levante

Evidentemente, ser el portero con paradas de LaLiga le ha hecho tener un cartel interesante en el mercado, pero Aitor Fernández siempre quiso quedarse en Orriols. "Cuando te sientes importante en un vestuario tienes otra tranquilidad", ha dicho. "Yo estoy muy feliz aquí, en todo momento he querido quedarme en el Levante UD. Es donde siempre he querido estar".

Eso sí, este año ha empezado sembrando algunas dudas y el portero tiene claro que "en los primeros partidos cuesta un poco más", así como que "cada día me encuentro mejor". Además, el portero ha valorado el calendario del equipo, una de las claves de los resultados hasta la fecha. El equipo suma 3/15 puntos, pero ya se ha enfrentado a Real Madrid, Valencia CF, Sevilla o Athletic (cuatro derrotas). "Este inicio de liga el calendario ha sido muy complicado. Hemos estado de puntuar en algunos partidos, pero no lo hemos conseguido y tendremos que hacer un poco más para ganar", ha asegurado.

Pese a las derrotas, Aitor cree que "los errores nos han penalizado demasiado". Ahora el camino es analizarlos, como dijo Paco López tras la derrota en San Mamés, para "minimizarlos". Y todo ello sin renunciar a un estilo de juego que ya es característico y bien conocido por todos en LaLiga. "Nos gusta muchísimo tener la pelota. Que el equipo haga cosas bien con el balón es el camino. Se ve que somos un equipo vistoso".

Objetivo: soñar con los pies en el suelo

Aitor es consciente de que la afición granota tiene muchas ganas de dar definitivamente el salto clasificatorio y dejar de ser un equipo que pelea por no descensar para asentarse en la zona media. En clave levantinismo, soñar con la vuelta a Europa es algo que todos desean, pero el portero asegura que "todos los años hay sorpresas y este año LaLiga está más igualada".

Por eso, para el meta vasco el objetivo primordial debe volver la permanencia y luego ya veremos. "Se han puesto muchas expectativas sobre nosotros por mantener el bloque, pero hay que tener claro que hay muchos equipos con más presupuesto que nosotros. Nuestra idea debe ser mantenernos en Primera. El Granada puede ser un ejemplo para nosotros de poder conseguir la permanencia y luego soñar. Pero principalmente lograr la permanencia", ha dicho.

Claro está, que el equipo haya mantenido a sus jugadores más determinantes (Campaña, Bardhi, Aitor) lo hace todo más fácil. "En este mercado se ha visto que hemos retenido a jugadores muy importantes", ha explicado. "Se ve en el nuevo campo, en la Ciudad Deportiva. El Levante UD quiere seguir creciendo y lo tiene todo para consagrarse en Primera División".

El fallecimiento de su padre

Aitor no pudo jugar el último partido en San Mamés por el fallecimiento de su padre, Juan Ángel Fernández. El jugador entró en la convocatoria y Paco López explicó tras el partido que él ya sabía que no iba a estar en condiciones óptimas para jugar pese a que él "hiciera el esfuerzo por jugar". Por eso, entre el club y el jugador se tomó finalmente la decisión de que no iba a jugar.

Aterrizó a Bilbao y se marchó con su familia (es de Mondragón, una localidad cercana a la ciudad) para asistir al sepelio de su progenitor.