Vuelta al origen de la caída en picado en el Levante

El primer tercio de la temporada ya está superado y el Levante UD, con cambio de entrenador incluido, sigue sin reconducir una situación que le ha llevado a compartir la última plaza de Primera División con apenas seis puntos. Siendo además el único equipo que no ha ganado. Si se echa la vista todavía más atrás, el cuadro granota no gana un partido de liga desde que lo hiciera ante el Eibar en Ipurúa el diez de abril, en la jornada treinta de la pasada edición de la competición doméstica.

En aquellas fechas la afición granota no entendió la desgana con la que su equipo afrontó el final de temporada, teniendo en cuenta que la posibilidad de acercarse a puestos europeos era real. Y para más inri, las opciones de quedar por delante del Valencia CF deberían haber motivado a los jugadores. Ese desánimo comenzó después de que a principios de marzo el Athletic despertara del sueño ‘copero’ al aquel entonces equipo de Paco López.

Los de Marcelino hicieron bueno el 1-1 de la ida asaltando el Ciutat de València y obteniendo así el billete para la final de la Copa del Rey. El Levante se había marchado de San Mamés con un satisfactorio empate gracias a un gol que anotó Gonzalo Melero. El sueño todavía se avivaba más cuando Roger adelantó a su equipo en el partido de vuelta. Sin embargo, un penalti sobre Raúl García cometido por Duarte envió la eliminatoria a la prórroga. La mala suerte se cebó con los de Paco López en los treinta minutos extra. Un disparo de Berenguer tocó en Vukcevic, desviando el balón lo suficiente para que Aitor Fernández no pudiera evitar el cruel final de noche. 

Precisamente este viernes a partir de las 21:00, el Levante UD, en esta ocasión con Javi Pereira a los mandos, recibe al mismo rival en un partido crucial para los intereses futuros del equipo de Orriols. Con el recuerdo de una noche que estuvo muy cerca de ser histórica y que 'truncó' una temporda que venía camino de convertirse en una de las mejores de la historia del club, el Levante espera que la vuelta a la casilla de salida despierte parte de la ambición que el equipo perdió en aquella eliminatoria y que, a día de hoy, no ha sido capaz de encontrar. Y sobre todo, que sirva como punto de partida para que los jugadores ahora comandados por Javi Pereira superen una ‘depresión’ que les ha estado sacudiendo desde hace ya nueve meses.

Dos victorias desde marzo

Más que deportivo, el daño que causaron aquellas semifinales fue sobre todo anímico. Desde la derrota ante los ‘leones’, el Levante solo ha sido capaz de sacar dos partidos adelante en competición oficial, ante el Valencia en el Ciutat y el de Ipurúa. Hoy, nueve meses después, el Levante ha perdido quince veces y ha empatado otras nueve en veintiseis partidos. Unos números que han conducido al equipo a una situación crítica.