El desgaste de Alessio

E n la bronca que siguió a la eliminación en Copa, Quico Catalán aseguró en las tripas de El Collao que no volvería a cambiar de entrenador esta temporada. Sin embargo, la realidad es que Alessio Lisci, más allá de los malos resultados, está siendo víctima de un desgaste brutal. Era un riesgo que desde el primer momento se quiso evitar, pero ante la negativa de Mendilibar no hubo más alternativas.

En este momento de abatimiento general, el problema en el banquillo granota va más allá de la grave situación deportiva que, salvo milagro, empuja al equipo hacia el descenso. Lo peor tiene que ver con lo complicada que se está haciendo la convivencia y la dificultad de generar una atmósfera que haga plausible el «sí se puede».

¿Qué opinas de la situación del banquillo en el Levante UD?

Pese a que Cáceres, el último en llegar, rompió una lanza públicamente por Alessio, la preocupación ha ido a más después de que en los últimos días hayan habido roces internos entre los jugadores y un entrenador cuyas formas cuestiona una parte de la plantilla. Es más, según ha podido confirmar SUPER, hay consejeros y personas del círculo de confianza de Quico Catalán que, en vistas de esa tesitura, abogan por una nueva vuelta de tuerca en el banquillo.

Alessio pasó de interino a primer entrenador sin la confirmación de si lo sería hasta final de temporada. El italiano, un hombre de confianza del presidente, acaba contrato en junio y no ha visto mejorado su contrato pese al salto a la élite del fútbol español. Para colmo, la trayectoria del filial también ha ido en picado y Adrián Esteve, su sustituto, también está en la picota después de siete partidos sin victorias en su casillero. Tal y como confirmó él mismo, y a la espera del examen al que dijo que se someterá a final de temporada, Quico Catalán está metido de lleno en la búsqueda de un nuevo responsable después de tres años de funcionamiento sin un director deportivo como cabeza visible. 

Efecto insuficiente desde el banquillo