Puntazo en Orriols (2-2)

El conjunto dirigido por Sánchez Vera continúa haciéndose fuerte en las posiciones de privilegio de la Liga F tras sumar un empate de mucho prestigio

Rafa Esteve

Rafa Esteve

La condición de invicto con la que llegó el Levante Femenino a su encuentro contra el Real Madrid, además de ser prolongado, sirvió para comprobar que su estado de forma no es casualidad. El conjunto dirigido por Sánchez Vera continúa haciéndose fuerte en las posiciones de privilegio de la Liga F tras sumar un punto de mucho prestigio en Orriols (2-2). Las levantinistas jugaron sin importar el potencial del adversario, creyendo en sus virtudes y con el carisma que les caracteriza. Sin arrugarse, sin cohibirse y reponiéndose a los golpes. Un punto que, independientemente de su interpretación, demuestra que esta plantilla va en serio.

El Levante, si de algo pudo presumir desde el primer minuto hasta el último, fue de no empequeñecerse ante un Real Madrid que llegó al encuentro después de haber ganado todos los compromisos que tuvo hasta la fecha. Fue, de hecho, con el cuchillo entre los dientes, aunque sin la precisión exigente en los metros finales para desvirtualizar a uno de los conjuntos más temidos del continente. Sin embargo, el ímpetu granota no sirvió para contrarrestar el potencial de un Madrid que, antes de los diez primeros minutos, avisó a la portería de María Valenzuela. Quien, tras romperse el ligamento cruzado el pasado curso, celebró su recuperación con una titularidad.

Una combinación, en la media luna del área, entre Esther González y Maite Oroz fue la primera intentona visitante. El cuero salió por encima del larguero, pero asomando el ecuador del primer tiempo, el Madrid, tras coger poso sobre el terreno de juego, abrió el luminoso del Ciutat de València. Teresa, llegando en segunda línea y haciendo buena una pérdida local en campo propio, ejecutó un disparo al que nada pudo hacer María. El Real Madrid aprovechó las imprecisiones del Levante y su falta de claridad a la hora de transitar, pero pese al golpe, el equipo entrenado por Sánchez Vera sacó su orgullo y sus cualidades para ir a por el empate. 

Andonova fue la primera en advertir de las intenciones granotas, al recoger dentro del área un pase de Tatiana Pinto desde el lateral. Sin embargo, la que más cerca estuvo del gol fue una Alba Redondo que terminaría obteniendo su recompensa. Cuando el primer tiempo agonizaba, Calligaris detectó la internada de la ‘10’, que, en el mano a mano ante Misa, salió vencedora la guardameta blanca. Pese a ello, la albaceteña tendría más reválidas en el partido, aunque fue a la tercera cuando vio recompensada su insistencia en ver portería. De hecho, su gol sirvió para allanar el camino de una victoria que vale su peso en oro. 

El trayecto hacia la remontada empezó a trazarse en la segunda mitad. El Levante siguió con su intención de querer ser protagonista y de no renunciar a sus principios. Si las de Sánchez Vera llegaron al partido en calidad de invictas, no quisieron alterar su condición independientemente del rival. Al poco de la reanudación, un centro desde la izquierda, y botado por Andonova, fue cazado, de manera oportuna y en el área pequeña, por la ‘10’ levantinista para colocar la igualada. Y en el 60’ ocho minutos después del empate, Mayra Ramírez desató la euforia en Orriols con un gol dibujado en forma majestuosa. Tras una prolongación de Leire Baños, la colombiana puso el cuerpo para deshacerse de la marca, regateó a Misa y marcó tras dejar sentada a Ivana Andrés. 

El tanto de la ‘7’ dejó al Levante en una posición privilegiada. Con la moral por las nubes y con la sensación de que podía tumbar a todo un Madrid, pero la intranquilidad pudo con las granotas. El conjunto de Alberto Toril supo encontrar las fugas y poner la tensión en el cuerpo del cuadro local. Nahikari, después de domar un envío medido de Maite Oroz, mandó el cuero dentro de las mallas tras superar a Valenzuela por encima. Desde entonces, el Levante tiró más de corazón que de cabeza. Por momentos firmó el empate y, en ocasiones, se vio con capacidad para conseguir un triunfo de prestigio, pero el punto sumado le da firmeza a un equipo destinado a ocupar la parte alta de la tabla.