OBITUARIO

Luto en el Levante UD por el fallecimiento de Pedro Catalán, padre del presidente del club

El consejero murió en la madrugada de este miércoles y la capilla ardiente estará instalada en el Tanatorio Municipal de Valencia desde las 16:30 horas

Rafa Esteve

Rafa Esteve

Pedro Catalán, consejero del Levante Unión Deportiva y padre del presidente, Quico Catalán, falleció en la madrugada de este miércoles después de haber combatido, sin perder su icónica sonrisa, contra una grave enfermedad. El dirigente valenciano murió a los 75 años de edad después de haber sido una figura influyente dentro de la sociedad de la Comunitat Valenciana, pero siempre, en cada uno de los pasos con los que fue dejando huella a lo largo de su camino, teniendo presente a su equipo del alma.

Un Levante que fue su motor, su ideal deportivo y una de sus mayores ilusiones y motivaciones, dentro de una persona de principios, de valores incalculables y donde su entereza y su humanidad nunca pasaron desapercibidos. El corazón de Pedro Catalán dejó de latir pese a que peleó sin cesar para impedirlo. Sin ninguna duda, mucho antes de lo que se merecía, fruto de la injusticia a la que en ocasiones está sometida la vida, pero el legado que deja no solo en el Levante, sino en la mismísima vida, hace que su figura ya forme parte de la eternidad.

La victoria frente al Mallorca en enero de 2022, correspondiente al primer triunfo del Levante en la temporada 21/22 tras una vuelta de competición, fue la última vez que se vio a Pedro Catalán en los medios del club. No obstante, su última aparición tuvo un efecto arrollador para que su equipo cambiase la tendencia pese a la cruel temporada que se vivió en Orriols. La grave enfermedad contra la que tuvo que batallar a lo largo de los últimos años no situó en una posición de debilidad al consejero. Lo convirtió en una fuente de inspiración y en un auténtico ejemplo de lucha y superación. 

Su espíritu, inalterable pese a las consecuencias de su delicado estado de salud, contagió en el club y sirvió de empuje para conseguir gestas que perduran en la historia del Levante. En mayo de 2019, Pedro Catalán emocionó a los jugadores del equipo de fútbol sala con sus palabras antes de su debut en los play offs por el título ante el Barça, en un duelo donde el discurso tuvo un efecto positivo ya que el encuentro terminó con triunfo granota (5-3). Y dos días más tarde, Paco López, después de que el Levante lograse la permanencia a la heroica en Montilivi, le dedicó la salvación y reconoció lo mucho que le inspiró en su momento.

“Me quiero acordar de mucha gente, pero sí de dos personas muy especiales para mí y que me han transmitido una fuerza especial. Una de ellas es Pedro Catalán. Sabéis todo lo mal que lo ha pasado este año. Ese tipo de personas te transmiten tantos valores que escasean a veces en el fútbol y que no nos damos cuenta. Le dedico el triunfo ante el Girona y el estar un año más en Primera División”, aseguró, mientras corroboró la relevancia que adquirió Pedro Catalán a pesar de su problema de salud.

 El club está de luto tras la pérdida de uno de sus referentes, tanto por sus funciones dentro de la entidad como por su manera de afrontar la enfermedad que le llevó por delante. La Ciudad Deportiva de Buñol amaneció con tonalidad gris, afligida por la tristeza de la noticia, y con todos sus equipos guardando un minuto de silencio en su memoria. Nacido en la ciudad de València el 26 de noviembre de 1947, Pedro Catalán presume de tener un currículum envidiable. Fue profesor de la UNED desde 1982 hasta 1990, Vicedecano y Consejero del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Comunidad Valenciana desde 2000 hasta 2010 y funcionario como Jefe de la Oficina Técnica en Denia desde 1978 hasta 1990. No obstante, su vida adquirió un sentido mayúsculo cuando el Levante se cruzó en su camino.

Levantinista de cuna y accionista desde que el club se convirtió en Sociedad Anónima Deportiva, Pedro Catalán heredó el sentimiento granota por parte de su abuelo y se encargó de inculcárselo a sus hijos y a sus nietos. Su pasión desenfrenada por el conjunto de Orriols, de hecho, marcó su esencia, su humildad y su personalidad. Se encargó de ser asesor de la directiva, hasta que sus diferencias con Pedro Villarroel, acentuadas por la no renovación de Manolo Preciado en 2004, hizo que actuase de la misma manera que su hijo Quico, quien en septiembre de 2005 presentó su dimisión como portavoz de aquel Consejo por idénticos motivos.

No en vano, el sentimiento de Pedro Catalán hacia el Levante, fiel e incuestionable, fue más allá de los cargos que ha atesorado. De hecho, fue independiente a ascensos y descensos, al igual que a las categorías en las que habitó su equipo centenario. Nunca, independientemente de las circunstancias, tuvo ojos para otros colores ni se le pasó por la cabeza cambiar su gusto futbolístico. El Levante era su vida.

Fallece el consejero del Levante UD Pedro Catalán.

Luto en el levantinismo por Pedro Catalán. / Levante UD

Un apoyo incondicional

 Sin embargo, y a pesar de su marcha a principios del siglo XXI, sus conocimientos y capacidades fueron reclutadas nuevamente ante el cambio de gobierno que se experimentó en el Ciutat de València. Quico Catalán, una vez alcanzó la presidencia, no dudó ni un solo instante en tenderle la mano a su padre, principal culpable de que sea granota de la cabeza a los pies, no solo para que formase parte de su Consejo de Administración, sino también para convertirse en su apoyo incondicional.

Un punto de conexión que les ha permitido vivir momentos inolvidables, como, por ejemplo, su eterno abrazo en Chapín como explosión de felicidad tras el ascenso del Levante a Primera 40 años después. “Tengo la suerte de tener a un padre que me ha inculcado su levantinismo, de aprender todos los días de él y de que seamos compañeros en el Consejo de Administración. Es una persona de principios. Mi padre es mi guía y mi referente”, aseguró Quico Catalán en los micrófonos de Levante UD TV en 2011.

El Levante, acostumbrado a hacerse fuerte ante las adversidades y a resistir a los golpes, es incapaz de endurecerse ante la pérdida de una de las figuras más importantes de su existencia. Pedro Catalán, acompañado de su padre, se encargará de teñir el cielo con el color azulgrana y de levantinizar allá por donde pase, pero, sobre todo, será testigo de la evolución de un club que, con Quico a la cabeza, sueña con volver a competir contra los mejores y con seguir cosechando éxitos en el futuro. El cielo, además de más granota, será más humano con ambos. Desde SUPER nos sumamos a las muestras de condolencia tras su fallecimiento.

Luto en el levantinismo

En un comunicado, el Levante explicó que todos los integrantes del club y de la Fundación se unen "al dolor de los familiares y amigos en estos duros momentos tras su irreparable pérdida".

"El Levante UD quiere agradecer la dedicación, el cariño y el compromiso que siempre ha tenido con el club, como aficionado y como consejero, así como el legado que deja y que permitirá que el sentimiento levantinista siga creciendo", concluyó el comunicado.