La afición del Levante merece otra cara en el césped

El cuadro granota no termina de aprovechar los tropiezos de sus rivales, con la parroquia levantinista como gran valor para el tramo final de temporada

Levante UD- Ponferradina en el estadio Ciutat de Valencia

Levante UD- Ponferradina en el estadio Ciutat de Valencia / German Caballero

Manel J. Ghelli

Manel J. Ghelli

El lunes tendrá lugar un nuevo partido en el Ciutat de València, que enfrentará al Levante y el Ibiza, con la obligación para los granotas de sacar los tres puntos. Sí o sí. El cuadro de Javi Calleja ha desaprovechado demasiadas balas en la carrera de fondo para acceder a uno de los dos puestos de ascenso directo. Lo cierto es que los rivales no están terminando de despegarse del pelotón, pero se están perdiendo demasiadas bolas de partido. Los de Calleja encadenaron una racha envidiable, que le permitió entrar de lleno en la lucha por el ascenso directo. 

Sin embargo, en el primer partido de marzo los levantinistas cayeron en Huesca ante una gran representación de granotas en tierras aragonesas. Una afición que se está comportando con una actitud ejemplar en lo que llevamos de campaña, no solo cumpliendo en Orriols, sino también en los desplazamientos por los campos de España. 

Mientras el equipo atraviesa una fase de pequeño bache a nivel de resultados, a la parroquia blaugrana no se le puede pedir más. El choque en casa ante el Alavés fue una demostración de unión entre afición y equipo, que ahora debe dar un paso al frente por el objetivo del ascenso, al igual que está haciendo la afición.

Las balas perdidas La jornada previa al triunfo ante los babazorros, el Levante no pudo pasar del empate en Las Palmas, pese a merecer la victoria por la calidad de sus oportunidades, lo que hubiese significado un golpe sobre la mesa por tratarse de un rival directo. Una jornada en la que el Eibar empató en casa y el Granada cayó en Santander. Pero no solo eso, la jornada anterior los de Ipurúa perdieron tierras manchegas, al igual que lo hizo Las Palmas, eso sí ante el Granada.

El Alavés se dejó dos puntos ante el Sporting. Sabiendo estos resultados, el conjunto levantinista pereció el lunes ante un Mirandés sin nada en juego, en un decepcionante partido ante su público, y dejando escapar una nueva oportunidad. Este viernes, el Levante de Calleja se fue a dormir sabiendo que Alavés y Granada sumaron tan solo un punto. A pesar de ello, y a la espera del resultado del Eibar-Las Palmas, los granotas cayeron en Tenerife ante un rival sin aparentemente nada en juego, un choque que debió caer del lado blaugrana, y dejó de nuevo la sensación de oportunidad tirada a la basura. 

Por cómo se dio el partido, y de nuevo por los resultado propicios del resto de la jornada, el desplazamiento a Ipurúa supuso un mazazo a pesar del empate en una de las canchas más duras de puntuar. El Levante se adelantó en el marcador en el 65’ gracias a un tanto de Arbilla en propia puerta. Sin embargo, menos de cinco minutos tardó en igualar la contienda el cuadro de Garitano, que se aprovechó de un grosero error de Rober Pier, que mandó a guardar Stoichkov. El partido concluyó en reparto de puntos tras ponerse por delante los valencianos, resultado que podría ser hasta positivo para los vascos al ir por delante y no recortarle puntos el Levante. Pero la cosa no queda ahí. Es que la jornada 35 concluyó con , además del empate granota, con derrota del Granada y de Las Palmas, y el Alavés sumando tan solo un puto en Mendizorrora ante el Andorra.

Nueve puntos obligados

Tres finales le restan a los pupilos de Calleja, que se la jugarán en el feudo de Orriols tanto la jornada siguiente como la de clausura del campeonato regular, mientras que entre medias visitarán la Cerámica para medirse a un filial groguet ya salvado. Nueve puntos en juego que deberían sumar los de Orriols, por lo civil o por lo criminal. Dos partidos en casa, uno ante un descendido, y otro enfrentamiento en Vila-real, a 64 kilómetros de casa.

Sin duda, tres partidos en los que se espera la movilización masiva de la afición. Una hinchada que va a cumplir, como lo lleva haciendo todo el año. Mientras en la grada se están haciendo los deberes, el turno ahora es para los que se la juegan en el verde. La primera de las tres finales, el lunes ante un Ibiza descendido.