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No hay día laboral que frene a este equipazo

El conjunto de Calleja, inmerso en un contexto en clave granota donde reina el descontento por los horarios, recibe al Racing de Ferrol con la ilusión de pisarle los talones al ascenso directo

El equipo está mentalizado en dar un salto en el Ciutat de València, donde solo se han ganado dos de los cinco partidos disputados.

El equipo está mentalizado en dar un salto en el Ciutat de València, donde solo se han ganado dos de los cinco partidos disputados. / JM López

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El Ciutat de València nunca entenderá de días laborales, aunque en las últimas fechas no esté del todo de acuerdo con los horarios que le está pautando LaLiga para llevar a cabo sus partidos. Un lunes siempre será un día ramplón, perezoso y zángano, pero, independientemente del momento, siempre adquirirá una tonalidad especial si el Levante ocupa un espacio a lo largo de la jornada. Mucho tiempo ha pasado desde la última vez que el equipo de Javi Calleja, que tanto entusiasmo está despertando durante la presente temporada, deleitó a su gente exhibiendo todo el potencial que atesora en el Carlos Belmonte. Por ello, y más allá de las trabas que implican competir en un día laboral, las ganas de seguir sumando triunfos, de seguir disfrutando y de seguir soñando sin límites son insaciables para un equipo que está listo para mirar de frente a su reto más inminente.

Es inevitable, y lógico, pensar que jugar un lunes únicamente trae desventajas. No solo por tratarse de un día laboral y por las dificultades que le supone al aficionado de a pie, sino porque en las dos últimas veces que al Levante le tocó ser el último en disputar su correspondiente partido empezó a cavar la que terminaría siendo su tumba. El desgraciado desenlace ante el Alavés fue el detonante, pero cualquiera que pretenda encontrar puntos sobre los que el ascenso a Primera empezó a torcerse, coincide en que los tropiezos contra el Mirandés y el Ibiza, ambos en Orriols, enredaron un objetivo que, pese a todo, se escapó por segundos

Sin embargo, los 19 puntos sumados en diez encuentros hacen que el Levante de Javi Calleja deje a un lado la amargura del pasado. Con el mensaje de ir partido a partido, de centrarse en uno mismo y de no mirar ni la clasificación ni lo que hagan el resto de contrincantes, el Ciutat de València espera con los brazos abiertos a un equipo que le está dando argumentos para no dejarle de lado. Nunca lo ha hecho y nunca lo hará, porque de lo que más puede presumir el Levante es de la incondicional fidelidad de su gente, pero cuando los resultados acompañan, apenas existen preocupaciones. Diez días después de vencer a domicilio ante el Albacete, el Levante recibe al Racing de Ferrol con el reto de continuar superándose a sí mismo contra un rival que está dando de qué hablar. 

Pese a ser un recién ascendido desde 1ºRFEF, el conjunto gallego viaja al Ciutat en undécimo lugar, pero a solo tres puntos de un Levante que, después de la victoria del Leganés ante el Amorebieta que le sirvió para asaltar la segunda posición, está a una victoria de igualar sus números con el ascenso directo. Los de Cristóbal Parralo buscan dar un salto en sus compromisos a domicilio tras haber convertido el estadio de A Malata en su principal fuente de puntuación. «Tenemos que meter el listón mucho más alto», añadió el técnico rival en rueda de prensa, además de hablar sobre las virtudes de un adversario que considera que estará en la pomada del ascenso. «Es un equipo potente, con buenos jugadores que juegan bien al fútbol. Van a luchar por las plazas que dan opción a subir», apostilló.

Mientras que el Racing de Ferrol no contará con Pumar y Víctor Moya por problemas físicos, Calleja, tras recuperar a un Fabrício que salió tocado del Belmonte, está pendiente del estado físico de Cantero y Álex Valle. El técnico apurará hasta el final para poder contar con ambos y así pelear por tres puntos igual de válidos que los del Albacete y que los que vendrán de aquí en adelante. Ese, de hecho, es el mensaje que quiere lanzar el Levante: disfrutar del camino y seguir soñando.